El pasado sábado 28 de octubre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reconoció, por fin, que está dispuesto a conceder la amnistía a los nacionalistas catalanes condenados por los hechos del infame procés. Según dijo en el Comité Federal del PSOE, «Cataluña está lista para el reencuentro total; los representantes de más del 80% de los catalanes respaldan esta medida y, por esas mismas medidas, en el nombre de España, en el interés de España, en defensa de la convivencia entre españoles, defiendo hoy la amnistía en Cataluña por lo hechos acaecidos en la década pasada». Al fin sin eufemismos, al fin claro lo que todos sabíamos. En la misma línea, su marioneta catalana, Salvador Illa, ha defendido la «amnistía constitucional», y esto tras defender ambos, y numerosos ministros —y en diferentes ocasiones— del actual gobierno que la amnistía no cabía dentro de la Constitución. Sánchez ha defendido, además, que su «encaje será plenamente constitucional». Y no nos cabe la menor duda, debemos añadir. Retorcerán las leyes como sea, ya lo verán; para eso han colocado a Conde-Pumpido en el Tribunal Constitucional. Por eso es por lo que, lamentándolo mucho, no entendemos a los llamados constitucionalistas.
Si no nos falla la memoria, esta cosa del constitucionalismo viene del periodo de gobierno de José María Aznar, que acuñó aquello del patriotismo constitucional. Bueno, más que acuñar, lo que hizo fue importarlo. Quien hizo popular esta fórmula fue el filósofo alemán Jürgen Habermas, de la Escuela de Frankfurt. Éste, a su vez, bebió de filósofo y politólogo Adolf Sternberger[1], que fue quien realmente acuñó la expresión en la necesidad de fundamentar un sentimiento nacionalista alemán alejado de su reciente pasado histórico, pues hacía sólo treinta años del fin de la II Guerra Mundial. La idea sería, pues, contraponer a un nacionalismo organicista, de tipo etnolingüístico, uno de corte político, más universal, que gire alrededor de la Constitución. En el XIV Congreso Nacional del PP, el difunto Josep Maria Piqué y María San Gil presentaron una ponencia sobre el patriotismo constitucional que fue aprobada por unanimidad.

La cuestión es: ¿puede haber un patriotismo constitucional? ‘Patria’ viene del latín patrius, y hace referencia a los padres, a los antepasados. El patriotismo, por tanto, es el sentimiento que se deriva del amor a la tierra de los padres, un amor natural y universal que, dicho sea de paso, no tiene que ver con la obsesión idolátrica que es el nacionalismo de corte revolucionario. Así pues, el patriotismo no puede ser constitucional en tanto que pretende articularse en torno a un mero marco legal, un pacto. Lo que podría haber, en todo caso, es un nacionalismo constitucional. Pero aun así, obviemos la cuestión semántica y aceptemos, si ustedes quieren, que existe el patriotismo constitucional, y por ende los constitucionalistas.
Veamos. En esta España nuestra de indultos, prófugos, sediciosos, malversadores, traidores, mentiras y amnistías, los constitucionalistas son, se supone, los que se oponen a los llamados nacionalismos periféricos, esto es, a los surgidos en Cataluña, Vascongadas y Galicia, principalmente. Es decir, es una definición a la contra, una definición por lo que no se es. Y es que, en realidad, constitucionalistas son los que no se atreven, presos de la corrección política, a definirse como nacionalistas españoles, pues por todos es sabido que, en España, cualquier nacionalismo es intrínsecamente bueno salvo el español, que es «fascista» por definición, sobre todo desde la óptica izquierdista/progresista. Constitucionalistas son los que defienden la españolidad de los nacionalistas catalanes «porque lo pone su DNI». Constitucionalistas son los que reducen su supuesto patriotismo —que en realidad es nacionalismo— a lucir la bandera de España con cualquier excusa y en cualquier ocasión. Constitucionalistas son los que, sin haberla leído —en su mayoría— apelan a la Constitución como fundamento de la unidad de España; argumento, todo hay que decirlo, bastante débil frente al identitarismo primario de carácter etnolingüístico que estructura los nacionalismos periféricos. Constitucionalistas son los que desconocen la tradición española. Los que reconocen, implícitamente y en la línea de algunos pensadores izquierdistas, que España nació en 1812[2], año en que promulgó la Pepa, la primera Constitución que nos dimos —y lo mismo que nos la dimos, si hace falta ¡nos la quitamos!—. Constitucionalistas son los que vinculan su condición de españoles a que España sea liberal y democrática, es decir, a una forma de gobierno. Constitucionalistas son, en definitiva, y a excepción hecha de los que tienen formación y lo son convencidos, los que no saben ser otra cosa, una etiqueta, un concepto vacío. Y lo peor de todo, constitucionalistas son lo que, a día de hoy, todavía no han entendido que los males de los que se quejan son, precisamente y en buena medida, culpa de la Constitución. De los polvos de la ambigüedad de su redacción y de su intención de contentar a todo el mundo vienen estos lodos. Los constitucionalistas son enfermos de cáncer de pulmón apelando al tabaco para que les cure.

Y no, no es que tenga uno intención de atacar a los constitucionalistas de base. La idea es exactamente la contraria: quitar la venda de los ojos de aquellos que, a pesar de su buena intención, apelan como solución al origen del problema. Otra cosa distinta serían los constitucionalistas que, conocedores del problema, intentan seguir vendiéndonos la moto. Estos son, por descontado, parte del problema.
Si todo lo que pueden aportar para la defensa de España los constitucionalistas es la Constitución, se acabó. Por establecer un paralelismo, vendría a ser más o menos como la anécdota de Agustín de Foxá en Santiago de Chile cuando dijo que en España se moría por honor, a lo que le replicaron que en Chile se moría por la democracia. De modo brillante, Foxá arguyó: «Ya, pero eso es como morir por el sistema métrico decimal». No hay grandeza alguna en la Constitución sobre la que articular una idea de comunidad. O España vuelve a su verdadera Tradición o está perdida. Quien quiera ver, que vea, y quien no, que se siga engañando.
Y disculpen aquellos bienintencionados que se puedan sentir aludidos. Sin acritud. Tampoco hay aquí mala intención.
[1] Fuente: https://revistas.comillas.edu/index.php/revistaicade/article/view/413
[2] España ha tenido –se ha dado, gusta decir a los constitucionalistas— desde 1812 siete constituciones. Luego se supone que ha «nacido», «muerto» y «renacido» varias veces. Un absurdo absoluto.
Categorías:OPINIÓN
Dante Pérez, alcalde de Gimenells y el Pla de la Font (Lérida) y número 1 del PP por Lérida a las últimas generales del 23 de Julio se da de baja del PP por su traición a ESPAÑA.
Dante Pérez Berenguer
@danteperezberen
El PP, tras el #23J;
«Junts no es mi rival.»
«La tradición democrática de Junts está fuera de toda duda.»
«Hay que buscar el encaje de Cataluña.»
«Respeto a Puigdemont.»
«Hay que normalizar la relación con el nacionalismo.»
Y lo peor; cuando el pueblo al que el PSOE conduce a una dictadura decide rebelarse, lo criminaliza.
Pues hasta aquí. Suficiente para descubrir que el colaboracionismo con el opresor anida en lo más profundo del PP. Por ello, hoy me doy de baja; por las mismas razones que me fui del PSOE, también un 8 de noviembre, en 2017, previendo su infame traición a España.
PD: Hay esperanza. España ha despertado..
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Todo mi apoyo a la huelga de Renfe y Adif. No al traspaso de «Rodalies».
Los indepes siempre se han quejado del mal servicio y de los retrasos de «Rodalies». No soy usuario de «Rodalies», pero cada día en «Catalunya Informació», «retards de 30 minuts a causa d’uns ACTES VANDÀLICS».
Si no es un suicidio, entonces son grafiteros o ladrones de cobre. Esto es en lo que se ha convertido Cataluña. Un paraíso para los grafiteros indepes, CDR, menas marroquíes, etc.
Si «Rodalies» va mal es porque culpa de los actos vandálicos. Ahora y desde 1980, cuando Jordi Pujol convirtió Cataluña en un auténtico estercolero de gentuza.
Y seguiremos manifestándonos ante todas las sedes del PSOE y del PSC para que Pedro Sánchez recapacite y abandone la Moncloa. Por traidor y embustero.
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El PSOE no gobierna, sino que impone su dictadura comunista.
Esto no va de izquierdas y de derechas. Esto va de ser gi.li.po.llas o no serlo.
Una persona que vota al PSOE es infinito % gi.li.po.llas. Pero los gi.li.po.llas no son conscientes de que son gi.li.po.llas. Ese es el problema. Y siguen votando al PSOE. Es un círculo vicioso.
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La mayoría de los inmigrantes llegan a España y no se preocupan en legalizar su situación en España. No tienen papeles en regla. No saben adónde tienen que acudir.
Normalmente, la gente de Hispanoamérica busca en empleo de cocinero/-a, camarero/-a, empleada de hogar y cuidadora de ancianos. Muchos admiten que no tienen papeles, pero que están en ello.
En cambio, los que vienen del norte de África (Marruecos, Argelia, etc.), si son buenas personas, buscan empleo como pintor, albañil, electricista o fontanero. También son buenos cocineros (de gastronomía árabe, claro). Pero las personas malvadas, que desde el minuto cero no tienen intención de trabajar, y que mayoritariamente provienen de países islámicos, se dedican a cometer delitos: violaciones grupales, hurtos, robos con fuerza, violencia e intimidación, terrorismo yihadista, homicidios…
Jamás entenderé que un abogado tenga que defender a un delincuente. No a un inocente, sino a un delincuente confeso. Los abogados solamente deberían defender a inocentes y a víctimas.
No tiene ningún sentido que, si un delincuente comete un delito por primera vez, al no tener antecedentes penales no tenga que ir -de momento- a prisión. ¿Nos hemos vuelto locos o qué?
Es verdad que hay delincuentes españoles. La mayoría de las veces suelen ser de etnia gitana.
Esto es lo que pasa cuando en España no gobierna la auténtica extrema derecha, como Democracia Nacional o Alianza Nacional. Las fronteras de España deberían estar permanentemente cerradas. Si no se cierran las fronteras, pasan estas cosas. Como no hay suficientes delincuentes españoles, necesitamos delincuentes extranjeros.
Si la amnistía se aplica desde una perspectiva cristiana, de perdonar a nuestro enemigo, entonces, ¿por qué no dejamos en libertad a todos los presos de España? E.ta.rras incluidos, claro. Es un agravio comparativo si se aplica la amnistía solamente a los golpistas indepes.
Todos los presos de España y todos los delincuentes que todavía no están en prisión deberían vivir en la Moncloa, para hacer compañía a Pedrita Sánchaza. Ya que Pedrita Sánchaza opina que un delincuente es un ser de luz (es decir, un golpista indepe es un ser de luz, no un delincuente), pues, entonces, que se los meta en su casa (que actualmente es la Moncloa).
Los votantes del PSOE, aunque por la calle sean acuchillados, secuestrados y violadas (las mujeres votantes del PSOE) por menas marroquíes, seguirán votando al PSOE. Esto es así. Prefieren eso, en vez de votar a Vox, que es -según ellos- la «ultraderecha» (sic).
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Si no entrase ningún inmigrante ilegal en España, no habría robos con fuerza en los comercios.
Si no hay robos con fuerza ni okupaciones, las cerrajerías y las empresas de alarma de seguridad tendrían que desaparecer para siempre. Esto sería lo normal en un Estado de derecho.
Si gobernase Vox, todos los golpistas indepes y proetarras estarían en prisión de por vida.
Si todo el mundo creyese en Dios, en Jesucristo y en el Espíritu Santo, nadie mataría ni robaría, y tampoco existirían la lujuria, la avaricia, la venganza, el odio, el rencor… Y nadie estudiaría Derecho, ya que no tendría sentido la existencia de abogados (tanto para defender a un delincuente como para defender a una víctima).
Estamos en la moda de lo invisible. «No tendrás nada y serás feliz» (Agenda 2030). Netflix, Spotify… Los jóvenes ya no quieren nada en formato físico.
Las viviendas que se construyen actualmente cada vez son más pequeñas, pues están pensadas para que no puedas almacenar nada.
Se dejan de fabricar objetos porque, de esta manera, se reduce la basura. Cuando un objeto llega al final de su vida útil, el objeto se convierte en basura.
Los gobiernos del mundo entero (que son todos comunistas) nos mienten descaradamente al afirmar que la culpa del cambio climático es del capitalismo, del materialismo y del consumismo. Es mentira. La culpa es del humo de los coches y de la cantidad de aviones comerciales que vuelan por todo el planeta Tierra.
Si encima subes el SMI y reduces la jornada laboral, esto supone la quiebra de todas las empresas de España. Y, de rebote, del resto del mundo. No hace falta saber matemáticas para darse cuenta.
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Ni amnistía, ni amnesia, ni anestesia.
En la calle Tarragona, en Barcelona, entre la plaza de los Países Catalanes y la calle Mallorca, frente al supermercado Mercadona, en una señal de tráfico hay una pegatina de Bob Esponja con estas dos palabras: «PU.TA ESPANYA». La señal de tráfico está en el borde de la acera. Podéis ir a comprobarlo. Lógicamente, la habrá enganchado algún niñato adoctrinado y descerebrado. Habrá ido a una copistería independentista para que le hagan estas pegatinas.
Y ahora os contaré un chiste de dos alumnos cata.lufos y analfabetos:
En un examen de catalán, un alumno pregunta susurrando a otro: “Ep! Com s’escriu vaixell? Amb be alta o amb ve baixa?”
Y, como respuesta, el otro alumno pone, en su teléfono móvil, un fragmento de una famosa canción de Michael Jackson: “¡Amb beee, amb beee! ¡Amb be, amb be, amb be!”
Y le contesta gritando el alumno que tiene la duda: “Però, amb be alta o amb ve baixa?”
Obviamente, los dos alumnos fueron expulsados del aula y suspendidos.
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🔴 MAÑANA MANIFESTACIÓN CONTRA LA AMNISTÍA 🔴
En todas las sedes del PSOE de toda España, protestemos contra la amnistía.
⏰ A las 19:00.
🔁 DIFUNDE
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Los inmigrantes ilegales vienen a España para DELINQUIR. Hay que echarlos de España para que regresen -en patera, «of course»- a sus países de origen.
O llenamos todas las calles de España con cámaras de videovigilancia (tras derogar las estúpidas leyes de «protección de datos»), o bien, echamos a todos los delincuentes.
Lo que no se puede hacer, y es lo que sucede desde siempre, es no instalar ninguna cámara de videovigilancia y que los ladrones puedan ROBAR tranquilamente en domicilios y en comercios. Y no van a prisión, con la tontería de «no tiene antecedentes penales» y «libertad con o sin cargos».
Con Vox y Desokupa, todas estas cosas estarían resueltas desde el minuto cero.
Hay que volver al GARROTE VIL, a las torturas en las comisarías y al FRANQUISMO.
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En cierto modo tiene razón, porque si la Constitución -buena o mala – existe y obliga en derecho, es porque hay una mayoría de españoles que la han votado.
Esa es su legitimidad.
Pero ¿qué pasa cuando esa mayoría de votantes va muriendo y va siendo reemplazada por los que por su edad no bitaron o incluso no habían nacido?
Pues que llegará un momento en que deje de tener legitimidad.
Claro, que alguien dirá que hay mecanismos para cambiar artículos o incluso cambiar toda la Constitución, sin contar con el poder legislativo creativo a medida de los jueces políticos Tribunal Constitucional… Pero eso no es tan fácil y ese mismo ha sido el argumento de PODEMOS para rechazar la Constitución, la Transición y la reconciliación de los españoles.
Creo de todos modos que el problema no está tanto en la Constitución, sino en cómo se ha desarrollado.
Por ejemplo, cuando se redactó la Constitución, se rechazó expresamente dividir el pais en Estados ni convertir un pais unitario desde principios del siglo XVIII en un pais federal; mucho menos confederal.
Sin embargo, los políticos, por la puerta de atrás, se dedicaron a hacer de España un Estado Confederal. Peor aún, convertir España en una nación de naciones (excepto la castellana, que queda dividida en 10 mini naciones; al contrario de la «catalana», que quiere absorber 3)
¿Cómo?
Cediendo competencias estatales sin ningún control de modo que se hace irrecuperables.
Permitiendo romper los cuerpos de funcionarios y que cada Comunidad -con competencias estatales y financiadas con transferencias anuales del Estado- y que cada cuerpo autonómico dé lealtad a su reino de taifas y reservando un monopolio a los que hablan de nacimiento lenguas regionales, lo que añade un plus de lealtad por puro interés personal-profesional.
Como ayuntamientos y autonomías tienen competencias de urbanismo, han estado manteniendo el previo del suelo artificialmente alto, creando una crisis económica que ha desindustrializado el pais.
Descatolización del pais desde el poder (con la mala excusa MASÓNICA de que el Estado ha de ser neutral en materias de religión, mientras que se imponen religiones laicas (comunismo, socialismo, feminismo, lgtbismo…) financiadas directamente o indirectamente con dinero de los impuestos de todos, incluidos los católicos, o se importan masivamente, también financiado con dinero católico, la importación de colonos musulmanes con la falsa excusa de que nos van a pagar las pensiones y que en cuanto tengan la nacionalidad, van a dar su voto al que más ayudas sociales les dé (?)
Se podría decir mucho más, pero no importa, porque todo lo ha complicado una oposición parlamentaria que no ejerce de oposición, sino que espera tranquilamente a que los socialistas destruyan la economía para que sea votada al poder sin esfuerzo. Y luego, con eso de que «la tendencia social es así», negarse a arreglar lo que los socialistas han hecho mal; es más, lo financian jugando a ser «más progresistas que nadie» (engañando a sus votantes)
(Un ejemplo es el que Rajoy, que tenía los votos, se haya negado a recuperar las competencias de Seguridad Social, cuya financiación es de caja única por aportaciones de empresarios y trabajadores, a pesar de los problemas de lengua y de tratamiento a pacientes de otras autonomías están creando o las de desempleo y programas de empleo con las que los socialistas y nacionalistas compran el voto a los necesitados)
Nunca podrá haber democracia, cuando el dinero que los políticos administran no es el propio, sino de otras comunidades autónomas, del Estado o de la Unión Europea, porque no duele al bolsillo. Eso solo trae corrupción y malgasto.
Inglaterra no tiene Constitución (escrita) y es un pais muy estable y próspero .El problema no puede ser pues la Constitución, sino los políticos que gobiernan en nombre de la Constitución y que no sólo no tienen resultados, sino que hacen todo lo posible para que nada funcione para apalancarse en la poltrona dando ayudas sociales o subvenciones a los que sufren sus mismas políticas.
Todo lo que sea quitarle al ciudadano la responsabilidad de administrarse su dinero sólo va a significar que lo va a administrar el político, que lo hará en su egoísta interés y no en el del dueño del dinero o incluso del que necesita el servicio social («esto son lentejas»). Esto no lo comprende el PP. (Partido Progresista)
Por tanto, centrarse en la Constitución, siempre mejorable como todo lo humano, es un grave error, porque desvía de los problemas reales y de sus soluciones posibles. Esto nos ha llevado al borde del precipicio.
Peor todavía, porque tenemos los españoles, desde la Constitución de Cádiz, la falsa idea de que la Constitución (y las leyes) trae el progreso -dogmática de liberales y masones-. Lo único que trae el «progreso» es la actividad humana, especialmente la que aporta valor a la producción, esto es, la industria y el comercio. Lo único que debe hacer el poder es asegurar las infraestructuras que lo permitan (puertos, carreteras, ferrocarriles, gas, electricidad, aeropuertos…) y el orden público y el imperio de la ley que favorecen esa actividad y con ello el progreso para todos.
Gracias a esta estupidez sin respaldo en la historia económica mundial España vota a Felipe González para «traer progreso» y lo único que trae es justamente lo contrario: socialismo (vivir del vecino, lo que destruye la iniciativa y el esfuerzo personal), y desindustrialización y el consiguiente paro.
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