
La cumbre «histórica» con Marruecos, que Pedro Sánchez lleva vendiendo desde hace meses, se convertirá en un chasco.
El rey Mohamed VI no recibirá finalmente al presidente del Gobierno durante su visita de hoy y mañana a Rabat para la cumbre bilateral sino que le ha emplazado a una próxima visita oficial. ¡Toma calabazas!
Finalmente el rey de Marruecos ha despachado a Sánchez solo con una llamada telefónica. Otra anécdota para su biografía.
Según informan varios medios del país magrebí, el rey de Marruecos se encontraría ahora mismo de vacaciones en su residencia privada de Pointe-Denis, que no ha querido interrumpir por la cumbre hispano-marroquí.
Y eso que Pedro Sánchez le ha entregado el Sahara, aguas territoriales españolas, por ello hemos perdido a Argelia y su gas como aliados preferenciales, Elorza ha dimitido como Diputado por dejar tirados a los saharauis, en la última visita de Sánchez pusieron la bandera española al revés, Marruecos ha realizado maniobras militares con Estados Unidos sin decirnos nada, etcétera, etcétera.
Pero Pedro Sánchez no se inmuta y sigue sonriendo y mintiendo, sonriendo y mintiendo, sonriendo y mintiendo.
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A cambio Pedro Sánchez va a copiar la Solución Pujol:
Fomentar el estudio del español en Marruecos (y no sólo el el Rif, también fuera, como Rabat) para fomentar la inmigración de sustitución y reconquista de Al-Ándalus.
Porque en Hispanoamérica los posibles inmigrantes son cristianos, pero en Marruecos, los futuros inmigrantes son musulmanes.
Se trata de divide et impera introduciendo al enemigo secular de los cristianos y al que tarde o temprano, como ahora mismo están haciendo en USA azuzando los negros contra los blancos y culpabilizando a éstos de todos los crímenes habidos y por haber por el color de su piel.
No hay que olvidar que hace unos años diputados del PP y del PSOE ya intentaron algo parecido al declarar un error histórico la expulsión de los moriscos y exigir la reparación de dar la nacionalidad española a todos sus descendientes.
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La solución Pujol era importar marroquíes a Cataluña, a los que se enseñaba catalán, porque los sudamericanos hablaban español y «no se integraban».
Bueno, ha parado la inmigración iberoamericana, pero no ha cumplido los objetivos nacionalistas, porque los musulmanes son una nación en sí misma no importa el pais en que se encuentren o las ayudas sociales con que se les intente sobornar y encima hablan español.
Y encima ya se ha creado un % de población de origen marroquí que no sólo no se mezcla con otras personas, sino que son un imán para que vengan otros marroquíes ilegales y como son tantos es imposible para la policía distinguirlos en la calle (es decir, es un coladero)
Si no ha funcionado con Cataluña, ¿por qué va a funcionar con España?
Porque no ha funcionado para lo que se dice, sino para lo que no se dice:
una invasión programada por nuestros enemigos y financiada por los cristianos.
Lo que significa que la misma persona está detrás de todo este plan secreto.
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Allá que se fue el Chantajeado con su corte de palmeros y floreros dispuestos a agasajar con nuestros impuestos a Priscila la Reina del Desierto. Y me los ha despachado con 30 minutos (ya serán menos) de exigencias vía teléfono, como quien llama a telepizza y encarga un pedio. Me imagino la escena:
– Esbirro, tú miandar milliones a mi cuenta sifrada en Suiza.
– Sí, bwana.
– Tú pagarme 4×4 para mi gendarmiería y con todos los extras.
– Sí, bwana.
– Tú no devolver mis delincuenties y yihadistas.
– Sí bwana.
– Seuta, Mielilla, las Kianarias y los islotes de Alboirán, para muá.
– Sí, Bwana.
– Al-Alandalus y al Katalounia y Euskeria, entran en colasión para paisa tanbién.
– Sí, Bwama. Y perdone su Divina Gracia, pero su más fiel esbirro le suplica la osadía de preguntarle si le ha encontrado algún cómodo retiro para cuando me echen de Ex-paña.
– Perro sarnoso, tú ser mi esbirro para siempre furever-an-never, igual que Sapatiero ser chacal eterno de Maduiro.
– Sí, Bwana. A sus pies siempre. Ya me levantaré yo solo a la altura de su deliciosa bragueta.
Así durante treinta minutos de cumbre. Y lo más «gracioso», que la conversación se haría desde el mismo teléfono de troya.
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