Que los de Arran (la juventud radical de no se sabe ya qué sector separatistas) están «com un llum» (tarados), no sorprende. LO más interesante de estos jóvenes dirigidos por cuarentones que no han pegado sello en su vida, es hasta dónde puede llegar su imaginación.
Estamos de acuerdo. El San Valentín nos lo han colado como una producto más del capitalismo. Que el amor romántico es algo cursi, ya lo sabíamos. Pero ir de «progres» citando los sociologillos de moda contra el amor romántico (en el fondo se quieren cargar el amor de verdad), es bastante patético.
En una campaña para este San Valentín, a «Arran» le ha dado por sacudir al amor. La cuestión es sacudir a todo lo que se mueva. Vamos, seguid progresando en la miseria conceptual.
He aquí el mejunje mental de esta gente: «El amor romántico es un modelo cuyo objetivo es la reproducción. Específicamente, es una herramienta más al servicio del patriarcado capitalista para mantener a las mujeres en el papel de objetos a su servicio … Además, el capitalismo ha encontrado en el amor romántico un campo abonado para el consumismo y el individualismo, alentando el festival basado en los consumidores. Por todo esto, para San Valentín y durante todo el año, las jóvenes feministas rompemos sus modelos patriarcales, rompemos con todo lo que nos somete».
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somatemps.me 
A mí no me ama nadie, pero, como melómano empedernido que soy, me encanta la música romántica. Canciones de amor, no de desamor.
El pasado 14 de febrero regalé flores a mi compañera de trabajo. También le recité un poema que me aprendí de memoria. Aunque ella ya tiene marido. Soy así de romántico, ¡qué se le va a hacer!
Lógicamente, voy a contratar a cien mil bandas de mariachis y a cien mil tunas universitarias para que vayan a cantar frente a la ventana de la casa de cada una de las chicas de Arran.
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Es que esta abducida intuye una cosa:
Que el amor destruye el odio.
Todos esos partidos que salen de la Revolucion Francesa se basan en el odio y atraen gente con odio y resentimiento, no importa la causa.
Por tanto, mentar a esta persona llena de odio a San Valentín es como enseñarle a Drácula una ristra de ajos o sacar una cruz a un endemoniado y decirle:
Vade retro, Satana!
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Si éstas no se han comido un torrao en su vida, como van a celebrar nada.
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tienes un careto que es para llorar y mas fea que una noche de trueno, quie te va a querer a ti te ven la cara y uyen alma quelleva el diablo
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Pues viendo la carota de la entrevistada, el diagnostico es evidente:
«lo que necesita es amor»
(habrá que presentarla a Isabel Gemio. «Mano de santa»)
En cuanto ésta encuentre a la persona adecuada y sienta mariposas en el estómago, se convierte al sanvalentinismo capitalista y pedirá no un hijo, sino dos, cuatro o los que Dios mande…
¿Por qué tenemos que estar rodeados de neuróticos, neuróticas y neurotiques?
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Los nacionalistas independentistas, sean Arran o cualquier otro, son una religión laica con sus propios dogmas y sus propios santos.
Es normal y necesario entonces que prohíban los dogmas y los santos de otras religiones para así fomentar los suyos y que no tengan competencia.
Y lamento tener que decirlo:
Si la gente deja de comprar, sea cual sea la excusa, se cae el chiringuito:
Todos (y todas y todes, especialmente políticos y sus enchufados) vivimos de comprar y vender lo que no necesitamos y de los impuestos y cotizaciones sociales que gravan esas operaciones.
Pero claro, esa militante no lo verá porque vivirá muy bien de la subvención identitaria (?), justicialista (??) y reparadora (???). Los que tenemos que dar el callo todos los días somos los cabrones de los demás, que pagamos la fiesta.
Aunque si no hay trabajo, los políticos podrán comprar mejor el voto a cambio de las necesarias ayudas sociales para poder supervivir. Ahí está la clave «progresista»
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Los de «Arran»,son, ciertamente, PATÉTICOS, igual que todos los independentistas que no quieren saber nada de lo que no es estrictamente «catalán» y que, si pueden, catalanizan aquéllo que no lo es (La; «Nova» Història es un ejemplo gráfico). Ahora se meten con San Valentín, una fiesta que mucha gente celebra y, como que no es «catalana», quieren cargársela con cualquier milonga, aunque ésta sea muy falsa. Pero para ellos, todo vale con tal de atacar a España.
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No quiero que me amen, dijo la loca de ojos saltones (hipertiroidismo). No hay peligro «guapi».
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Taras obsesivas es lo que tienen estos personajes,por no llamarles bichos,!!!
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