Son muchos millones de euros los que ha invertido la Generalitat durante las últimas décadas para promover la utilización del catalán. La Generalitat ha utilizado toda su maquinaria para expulsar el castellano de Cataluña, pero la riada de millones y poder, de nada han servido. Incluso la connivencia del gobierno central no frenado esta política de acorralamiento.

Vergonzosamente, la Generalitat se ha topado con la aparición de grandes multinacionales del entretenimiento que han hecho más oposición que el gobierno central. La causa está clara, su propósito es hacer negocio y el castellano ofrece más posibilidades en ese sentido.

Estas plataformas están lideradas por Netflix poseen 3,8 millones de usuarios en Cataluña. Con la ‘globalización’ del entretenimiento, se ha dificultado la estrategia del nacionalismo catalán de impulsar este idioma en todo tipo de altavoces públicos. Ni TV3 ni las radios públicas catalanas (a las que se dedican unos 300 millones de euros anuales), pueden competir con este entretenimiento en castellano que es elegido por los más jóvenes.

La autodenominada Plataforma pero la Llengua lanzó una campaña contra la plataforma audiovisual Netflix  por no disponer en su catálogo de películas en catalán o dobladas en esta lengua. Y es un tema que preocupa también al Gobierno catalán. Pero se han topado que la plataforma Netflix no cede y es más sólida que el gobierno español.

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