La vuelta de Josep Lluís Trapero a la cúpula de los Mossos d’Esquadra no ha caído en la indiferencia. Tras su absolución, la reincorporación al puesto que tenía es el mejor final para una historia de golpismos y golpistas.

Su vuelta tiene dos versiones: 1) Que el golpista Torra acoge caritativamente al Mayor de los Mossos que se prestó a detener a Puigdemont (Surrealismo). 2) Según algunos de esos que se enteran de las cosas, Trapero ha vuelto, por toda la jeta, porque no ha conseguido una puerta giratoria para ocupar un cargo en alguna empresa importante.

De hecho, los rumores apuntaban a que podría ser el asesor de seguridad de una gran empresa catalana, pero nunca se llegó a concretar. Por tanto, volver a su antiguo puesto implica que se le devuelven todos los honores. Trapero acaba de recuperar el comisario Ferran López como número dos, así como el resto de su equipo.

En el nacionalismo se cumple aquello de que: «Nada nuevo bajo el sol».

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