Hace unos días las protestas de «Black Lives Matter» (blancos que odian a los blancos) llegaron hasta un monumento situado en Whitehall, junto al Parlamento Británico, que recuerda a los caídos de ese país en las dos guerras mundiales. Los manifestantes intentaron quemar la bandera del Reino Unido que se encuentra en el monumento, lo que ha provocado la indignación de muchos veteranos de las Fuerzas Armadas británicas.
Ante el anuncio de que los ANFIFAS volverían a manifestarse este sábado en el mismo sitio, numerosos veteranos del Ejército Británico pertenecientes a la Household Division Brotherhood, que han servido en los regimientos de la división de la Guardia Real británica, han acudido hoy al Cenotafio para protegerlo de nuevas agresiones, siendo recibidos entre aplausos (vídeo original de Ministry of Truth).
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En sí es digno de reconocimiento honrar y defender a los héroes y los antepasados. Ahora bien, en el caso de los ingleses, su historia no tiene nada de ejemplar, porque siempre han sido un pueblo de piratas, colonizadores y esclavistas. En realidad están recogiendo el odio que han sembrado, lo mismo que los yanquis.
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