ENTREVISTA a Juan Ernesto Pflüger por su libro «Arderéis como en el 36»


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Juan Ernesto Pflüger en su libro “Arderéis como en el 36” saca a la luz el verdadero origen ideológico de quienes nos gobiernan.

Juan Ernesto Pflüger es exdirector de El Correo de Madrid. Historiador por la Universidad Autónoma de Madrid. Desde 2006 compagina su trabajo en la docencia de la Historia con la práctica del periodismo. Desde 2008 trabajó en el Grupo Intereconomía donde ha pasado por el digital La Nación, la revista Época, el diario La Gaceta y el digital gaceta.es. Ha sido redactor de información nacional y del equipo de investigación, coordinador de la redacción digital de la web y redactor jefe de ésta última.

Preocupado por la política y por la historia, ha plantado cara a la memoria histórica desde sus artículos y su blog Los Crímenes del Comunismo. En esta entrevista analiza su último libro Arderéis como en el 36, sin duda otro gran acierto de SND Editores, que no baja la guardia en defender la verdad de nuestra historia.

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Arderéis como en el 36, un título ciertamente incendiario, que es el grito de guerra de la izquierda radical…

Cierto, como incendiario fue el comportamiento de los republicanos en la retaguardia durante la Guerra Civil. Incluso desde antes, desde mayo del 31. La quema de iglesias fue una constante. Episodios negros de la historia de España que la actual izquierda social-comunista pretende que desaparezca de los libros de historia. Pero no contentos con eso, lo han llegado a usar como lema en manifestaciones y ataques a instituciones religiosas actualmente.

Esa amenaza lanzada durante los últimos años nos retrotrae a esos momentos en los que se produjo la mayor persecución religiosa de la historia.

Es un libro muy oportuno dada la actual situación por la que atraviesa España y en manos del gobierno que estamos…

El actual Gobierno se considera heredero de aquellos socialistas y comunistas que cometieron las mayores barbaridades conocidas en nuestra historia. La historia no debe moverse solamente por criterios de oportunidad, sino que debe ser valiente y comprometida. No es fácil navegar contra corriente, pero es un imperativo moral.

Primero con Zapatero, y ahora con Sánchez, los socialistas han decidido reabrir viejas heridas. Es una respuesta a su pérdida de propuestas y necesitan radicalizar a sus seguidores.

Yo me he dedicado durante 18 años a la docencia de Historia en bachillerato. Los planes de estudios están hechos para adoctrinar políticamente. En 2º de bachillerato se da una historia de España falseada. Y al final está el comisariado político de la Selectividad que impone a los profesores unos criterios ideologizados si quieren que sus alumnos opten a superar los exámenes.

La culpa no es solamente de este gobierno de socialistas y comunistas de Podemos. El PP tuvo la oportunidad de cambiar y arrebatar la educación a la izquierda, y no hizo nada para solucionarlo.

Yo creo que este libro es oportuno, claro, porque debe desarrollarse una historiografía divulgativa que desmonte los dogmas de la izquierda y de la historiografía marxista.

Y más teniendo en cuenta el tema de la inicua ley de memoria histórica, en el que quieren seguir avanzando….

¡Otro de los grandes engaños de la izquierda! Dicen defender la libertad y la democracia, pero luego imponen leyes ideológicas para evitar la libertad de pensamiento, conciencia y cátedra. La Ley de Memoria Histórica es un ataque a los investigadores. Es un dictado de la historia por Decreto Ley en la que quien disienta del pensamiento impuesto por el Estado, acabará como los disidentes en los regímenes soviéticos.

Rajoy llegó al Gobierno en 2011 y estuvo siete años. En una de las legislaturas con una cómoda mayoría absoluta. Una de sus promesas fue la derogación de la Ley de Memoria Histórica, además de las leyes ideológicas de Zapatero. No hizo nada, perdió una gran oportunidad de reconducir la situación.

Nuevamente queda claro que el problema no es solamente el causado por la izquierda, que siempre es radical. También la derecha que con su actitud pusilánime no ha tenido el coraje de cumplir con sus promesas. A mí Rajoy me recuerda al Alcalá Zamora de la II República, ninguno de los dos estuvieron a la altura.

Es muy necesario por tanto, una nueva Causa General por la verdad…

Somos el único país del mundo que tras un suceso similar al que fue la Guerra Civil hizo un esfuerzo de documentación como el de la Causa General. Es un auténtico tesoro documental para saber lo que ocurrió en la retaguardia republicana y se hizo desde las instancias jurídicas siguiendo los procesos judiciales ajustados a la legalidad del momento.

No tenemos nada parecido de la represión cometida por el Frente Popular por la sencilla razón de que su represión fue extrajudicial, aunque amparada por el Gobierno republicano.

Por eso, es tan necesario que las investigaciones se realicen de manera objetiva sacando a la luz los hechos que pretenden ocultarse desde el Gobierno.

La prueba de que la Causa General fue una labor documental incuestionable es que el Gobierno, a través de la Ley de Memoria Histórica, ha decretado su invalidez jurídica ¡sesenta años después!

El libro pulveriza el mito de la inocencia del bando republicano…

En una guerra civil hay culpables en los dos bandos. Lo que es inasumible, como señala Hermann en su prólogo, es que nos pretendan imponer que unos eran intrínsicamente buenos y otros malos.

Mientras hacía la investigación para los artículos que ahora recopilo en este libro cada vez me quedaba más claro que el exterminio cometido por el bando republicano contra católicos, burgueses y “enemigos políticos” era algo organizado. Era la industrialización del asesinato político.

No era poner fin a la “quinta columna” como muchas veces lo habían presentado. Era exterminar a media España. De inocentes, nada. El Gobierno del Frente Popular fue responsable de las masacres que se estaban cometiendo.

Y ofrece un detalle pormenorizado de los crímenes, torturas, infanticidios, sacrilegios etc. de socialistas, comunistas y anarquistas…

Sí. La selección y los bloques en los que están agrupados los artículos están pensados para dar a los lectores una visión general de cómo funcionaba la represión en la retaguardia del Frente Popular. En tres de esos bloques se recogen crímenes que son verdaderamente aberrantes. Crímenes cometidos contra niños, por el mero hecho de ser hijos de personas de derechas, católicos o pequeños propietarios. Crímenes contra católicos que caen de lleno en el sadismo, violaciones, ataques al patrimonio cultural de la Iglesia…

En algunos casos los artículos hablan de crímenes en masa, en otros casos, se centran en crímenes individuales por lo llamativo de su desarrollo.

En el tema de la persecución religiosa ofrece datos inéditos para muchas personas no estudiosas del tema…

La persecución religiosa de los años treinta en España es la mayor de cuantas se han cometido contra católicos en la historia. Superó a la persecución cristera en el México revolucionario o a la cometida contra los cristianos ortodoxos en la Revolución Soviética. Quizá solamente quede empañada por el Genocidio Armenio.

Pero lo que es más llamativo de esta persecución, lo que deja claro que es una persecución contra la fe, además del ensañamiento con el que asesinaban los republicanos, es que buscaban la apostasía en el martirio.

Yo no he logrado encontrar ni un solo caso de apostasía en los crímenes que he investigado. Los republicanos querían matar a Dios, como demostraron simbólicamente en el fusilamiento del Sagrado Corazón del Cerro de los Ángeles, pero encontraron una respuesta que no se esperaban.

¿Qué es lo que aporta el libro de nuevo de todo lo que se ha escrito de la Guerra Civil?

Fundamentalmente, este trabajo pone nombres y apellidos a muchas víctimas. Escapa de los lugares comunes, Paracuellos es muy llamativo, pero solamente le dedico tres entradas, ¿por qué no se habla de Camuñas o Serretes, son lugares de concentración de exterminios en la retaguardia profunda del Frente Popular.

El empeño de la izquierda ha sido, con la Ley de Memoria Histórica, humanizar sus víctimas y deshumanizar las del otro bando. En este libro humanizamos, damos datos, nombres y apellidos de víctimas que hasta ahora eran anónimas.

Hablamos de pueblos en los que la memoria se eclipsó, le damos voz a las víctimas que perdonaron a los verdugos y ahora están siendo asesinadas de nuevo. Y sacamos a la luz a responsables de una brutal represión cometida por la izquierda que hoy en día son iconos para los partidos que nos gobiernan.

¿Qué supone para usted que su libro sea prologado por Hermann Tertsch?

Es una doble satisfacción, intelectual y personal. Intelectualmente Hermann es un referente, viene de la izquierda y conoce sus métodos. Tuvo la valentía de oponerse a la dictadura ideológica de la izquierda y lo ha pagado muy caro. Ha sido insultado y perseguido. Pero solo ha servido para convencerle de que está haciendo lo correcto. Creo que ha aportado unos análisis que enriquecen el debate político e histórico. Su prólogo es un ensayo sobre la necesidad de mostrar el origen ideológico de quienes nos gobiernan.

Personalmente, es una satisfacción que un periodista y escritor de su talla haya aceptado prologar el primer libro de un autor prácticamente desconocido. Y que lo haga con la brillantez que le caracteriza. Creo que cualquier persona que lea el prólogo del libro podrá entender el agradecimiento que debo a Hermann tras dejar clara su implicación en esta publicación.

Por Javier Navascués



Categorías:BIBLIOTECA Y CITAS, Entrevistas

2 respuestas

  1. ¿Rajoy pusilánime?

    ¡De ninguna manera!

    Rajoy fue un calculador. Como Aznar. O como yo mismo; si no hubiera sabido las gravísimas consecuencias de mis traicioneras omisiones.

    Frente a estos ataques de la izquierda, Rajoy eligió no hacer nada para evitar que se le echasen encima.

    ¿Por qué meterse en un avispero por tan «poca cosa»?

    El problema era que no es tan poca cosa y que, como estamos viendo, tiene consecuencias muy amplias y muy graves.

    Porque esas pequeñas cosas, y lo de la Ley de la Memoria Histórica Selectiva no es lo más importante, todas juntas tenían un fin: educar al votante español para que realizase unos comportamientos muy determinados.

    Básicamente garantizarse el voto, como en si cortijo de Andalucía, que es muy buen ejemplo, y que se adopte el marxismo cultural como una religión revelada.

    Mientras tanto, para asegurar el voto, se aseguran de que la economía nunca funcione y que la educación no sirva para promocionar al joven: así todo el mundo necesita ayudas sociales, que el «defensor de los trabajadores» (el PSOE para el que no lo hubiera sospechado) obligue al empresario a pagar al obrero lo que este no trabaja, encareciendo el producto y haciendolo invendible, y en hacer que una parte de la población viva a expensas de la otra parte: socialismo, solo que se cuidan mucho de utilizar esa palabra, porque levantarla la liebre.

    Utilizan «igualdad» ( sólo en recibir, nunca en aportar ) y la técnica de la envidia: la clásica praxis marxista para hacer la revolución.

    Nos quejamos del movimiento de masas fabricado por los ingenieros sociales de Pujol…

    Lo que han hecho los socialistas no ha sido menor, aunque sí menos evidente.

    Sí, cada vez somos más marxistas.

    Lo que yo no veo es que cada vez vivamos mejor, sino peor.

    Doblemente peor, y ya tenemos la experiencia en nuestra historia cuando en el siglo XVII -XVIII perdimos el tren de la manufactura y en el XIX el de la industrialización:

    Cuando el mundo va en una dirección, haciéndose más rico, nosotros no podemos ir en la contraria haciéndonos más pobres.

    La pobreza -y la riqueza- es relativa. Se es pobre con respecto a algo y\o a alguien. No sólo por comparación, sino sobre todo por capacidad real de compra. De modo que con el marxismo «progresista» , no sólo no ganamos lo suficiente; es que compitiendo con los demás países ganamos todavía menos.

    A esta hecatombe hemos colaborado todos obedeciendo muy gustosamente sin pensar los típicos eslóganes vacíos de la masonería: libertad, progreso, ilustración, y siendo todos muy «antifranquistas, muy modernos y muy europeos.

    Muy tontos del culo, diría yo.

    No. Rajoy no fue ningún pusilánime.

    Rajoy fue un traidor que nos ha añadido un gravísimo problema a todos los que no ha querido resolver.

    Rajoy es un traidor y tiene que ser tratado y castigado como tal.

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    • ¿Y los diputados y senadores y ministros de Rajoy, que?

      O ¿es que ellos no tienen arte ni parte en esta traición continuada al Pueblo español?

      Precisamente, aunque ellos fueron elegidos a dedo por este traidor para que obedeciesen sus traiciones… a cambio de 30 monedas de plata entre otros gajes y privilegios.

      (me pregunto cuántos de estos patriotas estarán ahora viviendo la vida bella haciendo nada en algún consejo de administración con buen sueldo -la media está en 12000€ al mes por asistir a una reunión de vez en cuando-: las puertas giratorias sirven para algo, excepto para trabajar.

      ¿Y cuántos de estos «amigos» nombrados a dedazo con o sin tarjetas black quebraron Cajamadrid para siempre jamás?)

      En este patio de monipodio, quien no corre, vuela.

      Esta tomadura de pelo hemos votado en 1978.

      Y ahora nos quejamos de la corrupción del PP-SOE.

      El traidor Rajoy NO obró o se negó a actuar solo.

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