Es el primer agente de la Policía Nacional que muere víctima del coronavirus, estando en activo. Se llamaba José Luis López Bravo, tenía 60 años y era sevillano de nacimiento aunque llevaba en Cataluña desde principios de los años ochenta, cuando las competencias en materia de seguridad ciudadana todavía no se habían traspasado a los Mossos d’Esquadra.

Fue uno de los agentes a los que los radicales secesionistas hirieron en aquellas violentas manifestaciones del octubre pasado tras la sentencia del «procés». Recibió un fuerte impacto en la cabeza por una piedra y tuvo que ser ingresado. En aquellos días se hizo famoso por una foto que circuló durante los disturbios.

Recientemente había sido ascendido a grado de oficial. Falleció ayer tras haberse agravado su estado de salud tras infectarse de coronavirus. La Guardia urbana le rindió un emocionante homenaje frente a la Comisaría Central de Policía Nacional de Barcelona.

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