La Generalitat ya chulea con que va a cerrar Cataluña al resto del mundo (el sueño inconfeso del independentismo). Para ello tendrían que contar con sus 17.000 mossos y dejar sin protección policial a la ciudadanía.

Pero ese no es el problema. La cuestión de fondo es la absoluta incapacidad de la autonomía catalana en particular y el Estado español en general de gestionar esta crisis. La Generalitat, desde que se declaró la alarma, ha tardado dos semanas en realizar un protocolo de actuación para los Mossos.

Un pequeño detalle a tener en cuenta es que el protocolo es papel mojado sin medios materiales. Por ejemplo, no hay mascarillas para los mossos. La Consejería de interior ha distribuido tres por comisaría. Y de guantes ya no hablemos. Como no se los compren ellos, no llegan. Al menos a la Guardia Civil les han dado mascarillas, eso sí caducadas.

Eso sí, bien que han cobrado por las llamadas al 061. Menos mal que esta epidemia nos ha cogido todavía oprimidos por el Estado español.

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