La Junta de Tratamiento de la cárcel de Lledoners (Barcelona) ha aprobado la aplicación del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario a Jordi Cuixart y a Jordi Sànchez. Gracias a ello, los dos internos, condenados a nueve años de prisión por sedición debido a su papel en la organización y desarrollo del referéndum ilegal del 1-O, podrán salir de la cárcel y sólo estarán obligados a pasar la noche en prisión.

Es el mismo método que la Generalitat aplicó con Oriol Pujol, hijo del ex president Jordi Pujol, y en la práctica supone que los presos disfrutan de un régimen de semilibertad. Su objetivo, sobre el papel, es facilitar la reinserción del preso. Tras recibir la comunicación de la Junta, el juzgado de Vigilancia Penitenciaria debe decidir si la ratifica o la rechaza, aunque los presos saldrán antes, puesto que la salida es efectiva de forma inmediata.

Cuixart y Sànchez fueron los condenados por el 1-O que recibieron las penas más bajas y además fueron los primeros que entraron en prisión provisional. Llevan encarcelados desde el 16 de octubre de 2017, se encuentran en segundo grado y ya han disfrutado de sus primeros permisos.

La excarcelación de los Jordis coincide con la visita que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, realiza a Cataluña para reunirse con Quim Torra. El encuentro se produce en el marco de la nueva política de negociación con los independentistas que está impulsando el Gobierno tras haber pactado la investidura de Sánchez con ERC.

En fin, intentar destruir un país, a estos dos pajaritos sólo les ha costado tres años por pico.

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