Conquista del Yucatán
A finales del siglo XVII, en 1697 el capitán navarro Don Pedro de Ursúa y Arizmendi llevó a cabo la conquista de Itzá, el último reducto de la civilización maya que durante casi dos siglos había resistido todos los intentos de conquista española.
Se trataba de una región de 70.000 kms cuadrados de superficie, situada entre las Capitanías Generales de Guatemala y Yucatán y desde el golfo de Honduras hasta la Alcaldía Mayor de Chiapas. Es una zona donde actualmente confluyen territorios pertenecientes a México, Guatemala y Belice, situada en torno a la laguna de Petén Itzá. Este territorio estaba habitado por indígenas lacandones, choles y manches. Pero los más importantes eran los itzaes, de etnia maya.
Don Pedro de Ursúa y Arizmendi
Diversas expediciones militares y religiosas españolas de evangelización y conquista habían fracasado en esta zona durante el siglo XVI y el XVII ante la combatividad de estos indígenas. Hasta que finalmente en 1697 lo consiguió Don Pedro de Ursúa.
Hubo en esta conquista difíciles batallas contra los indios pero también se puso de manifiesto el talento político de Don Pedro de Ursúa y la entrega generosa de muchos frailes españoles que acabaron siendo factores decisivos
Palacio donde vivió Pedro de Ursúa en Arizcun.
Poco se sabría de esta apasionante historia de no haber sido por Juan de Villagutierre, un funcionario del Consejo de Indias, que nunca estuvo en América pero que manejó una enorme cantidad de documentos y en 1700 publicó un extraordinario libro de casi 600 páginas; la Historia de la Conquista de Itzá que explica toda esta historia con una minuciosidad y un sentido crítico admirable.
La obra es además una gran fuente de conocimiento de la región desde el punto de vista etnográfico y antropólogico. Estuvo durante siglos casi inédita hasta que se reeditó en 1985, dentro de la excelente colección Crónicas de América, de Historia 16, de cara a la conmemoración del V Centenario del Descubrimiento de América (aunque existía una edición en inglés publicada en Estados Unidos en la década de los 70).
En definitiva, la historia de una muy interesante y poco conocida obra de civilización, culminada además en una época, finales del siglo XVII, durante el reinado de Carlos II, que se suele considerar como de decadencia del Imperio español pero en la que, como vemos, el Imperio aún se expandía.
RAFAEL MARÍA MOLINA.
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somatemps.me 
No ha habido ninguno otro en la historia de occidente. Sólo el imperio español se mantuvo por lazos de lealtad y sangre durante 4 siglos. Ningún otro, gracias al mestizaje de razas y a la religión católica. Vivan los. Reyes Católicos, y los que le siguieron su senda!
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Cuando la gente habla de «decadencia» , lo que realmente está pensando en «derrotas militares», lo cual, aunque hay cierta vinculación, es falso (las artes, el comercio y la ciencia no tienen vinculación directa con batallas)
Además, en España tenemos la impresión que la decadencia empieza con los llamados «Austrias menores» (Felipe III, Felipe IV y Carlos II), cuando en la pujante Francia, en tiempos de Felipe IV, todavía consideraban a España una potencia invencible….
(la moda española se puso de moda en Europa con Felipe III)
El problema con Carlos II es que fue sustituido por otra familia (enemiga) que justificó el derecho a reinar en España, que no tenía, justamente para «salvarla» de la decadencia austriaca.
La misma historia la recogen los masones afrancesados, que justifican el derecho de Napoleón a invadir España, apoderarse de Cataluña y a convertir España en una colonia comercial francesa…
…y tras la independencia, los mismos masones siguen
con la misma cantinela, ahora llamada «regeneracionismo» …(y «nacionalismo» en Cataluña e «independentismo» en el caso de Cuba, Puerto Rico y Filipinas), porque los españoles, por católicos , monárquicos y guerreros tienen el gen de la «decadencia» y no son «ilustrados»: lo peor de lo peor.
La misma historia le sirvió a Felipe González para hacerse con el poder y destruir y corromper todo lo que toca… e incluso le sirve al Naranjito para «regenerar» España , que sigue igual de «decadente», pero que nunca decae.
(¡extraña enfermedad!; y más extraño remedio).
Por eso, gracias a artículos como este que demuestran la realidad del Imperio y su asombrosa civilización, administración y defensa:
una civilización tan importante como la romana o la china: y desde luego mucho más importante que la llamada «francesa»
(los nacionalistas franceses se empeñan en considerar que su lengua y lo conectada con ella es superior; por «francesa»).
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