El busto del escritor Miguel de Cervantes de Lleida, que da nombre a la plaza, apareció la mañana del viernes pintado con lazos amarillos. El acto no es vandálico, sino fruto de la ignorancia supina de los separatistas.

Seguramente no tienen ni idea de la segunda parte del Quijote, ni de las alabanzas que en él salen a los catalanes. Podemos luchar contra punzares, misiles tierra-tierra, bombas termitas y e Viet-cong al completo. Pero contra la estupidez, la victoria es casi imposible.

Desagradecida Cataluña separatista que ofendes al que mejor de alabó. Algún día llorarás tu estulticia.

PD: «Mis queridos subnormales separatistas, ¿no habíamos quedado que Cervantes era catalán? Jolines, poneros de acuerdo»

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