Hay polémicas que resisten a morir. No es la primera vez que desde el feminismo se pide un boicot contra el consumo de lácteos porque «las vacas también son mujeres» pero un vídeo publicado por una activista en el que pide respecto para las compañeras «vacas oprimidas» ha vuelto a resucitar el debate en las redes.

La discusión en Twitter es fruto de lo que pasa cuando se mezclan conceptos aparentemente legítimos (la lucha por la igualdad de sexos y la defensa de los derechos de los animales), se llevan demasiado lejos y se meten en una coctelera. Dos ideas buenas en origen se convierten en un sinsentido.

En los últimos años hemos sido testigos del enorme crecimiento en el seguimiento de la lucha feminista y de la lucha animalista, amparados desde diferentes opciones políticas, pero llevarla a los extremos puede convertir la adhesión a la lucha por la igualdad en rechazo hacia una postura que muchos tachan de «feminazi».

PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) ya realizó a finales de octubre una campaña en la que equiparaba la lucha por los derechos de las mujeres con la de los derechos de los animales y la reacción no se ha hizo esperar.

Los usuarios de twitter han reavivado el debate y denuncian que los extremos pueden convertir causas justas en ridículas y quedar reducidos a la parodia. ¿Que será lo próximo?… Ya apuntan que las abejas también merecen que alguien luche por la igualdad de derechos. Estaremos atentos…

Fuente: Mediterráneo digital

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