Antoni Bayona, exletrado mayor del Parlamento, ha comparecido este lunes como testigo en el juicio al 1-O que se celebra en el Tribunal Supremo. «Había el deber de no admitir y no tramitar y creíamos que se tenía que alertar de las consecuencias de según qué decisiones se tomaran». Con esta frase, Bayona ha defendido sus posiciones durante el tramo final del proceso en la cámara parlamentaria.

Según Bayona, se advirtió por parte de los letrados «de las responsabilidades penales que incurrían los miembros de Mesa si admitían a trámite las propuestas» que consolidaban las pasas hacia el referéndum. «Los servicios jurídicos conocíamos las resoluciones del Tribunal Constitucional», ha alegado. «Yo advertí de paralizar todas aquellas propuestas contrarias», ha defendido.

Bayona también ha aseverado que Mesa «sí que puede inadmitir propuestas por cuestiones de fondos, no sólo formales». Una tesis que topa con uno de los argumentos de la defensa de Forcadell que alega que no podía hacer de «censor» de las iniciativas.