Artur Mas ha atribuido a Carles Puigdemont la responsabilidad de convocar el referéndum del 1 de octubre y ha afirmado que «no se me pidió opinión explícita». Mas ha señalado durante su testimonio en el juicio del proceso que «después de muchas conversaciones, Puigdemont llegó a la conclusión de que era buena una segunda consulta, el referéndum».

«A mí se me invitó a una serie de reuniones, en algunas asistí y en otros no. En algunos casos se tuvo en cuenta mi opinión y en otros no», puntualizó. Sin embargo, ha dejado claro que «los que deciden son los que tienen poder de decisión».

El ex presidente ha reconocido que se alteró la hoja de ruta de Junts pel Sí: «el verano de 2016 surgió la idea de hacer un referéndum, que no era el programa inicial cuando fuimos a las elecciones» y, finalmente, ha añadido que «dije que, si se optaba por el referéndum, no me opondría, pero que nunca se perdiera por parte del Govern la capacidad de iniciativa en un marco legal».

Todos ninguneados, todos escurriendo el bulto.

Fuente: e-noticies

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