Cinto Busquets es un cura peculiar: va de guaperas,  separatista y supremaciasta. En buena medida es el responsable de buena parte manifiestos clericales catalanes a favor del proceso separatista, Es un arduo conferenciante y propagandista de la causa de los Pujol, Puigdemont, Chis-Torra, incluso de los cupaires «matacuras» como él.

En sus escritos y conferencias sostiene como principio fundamental que los buenos cristianos tienen que ser independentistas porque la idea de España «es una entelequia» que «no tiene cabida en una visión cristiana y humanista».

A modo de ejemplo, el 11 de diciembre dictó una conferencia titulada «Autodeterminación y república catalana: criterios cristianos y humanísticos de discernimiento». Fue todo un alegato de hispanofobia y suprema cismo cuasi-racista. La conferencia tubo lugar en el ayuntamiento de la localidad  de Guisona (Lérida). Hizo una apología de la Segunda república, pareciendo desconocer que en ella se mataron miles de sacerdotes. Pero eso parecía no importarle.

En el digital de «Germinans» denuncian que: «Cinto Busquet no disimula. Ya no se trata de esa verborrea pomposa y meliflua, ahora el mensaje está claro: en Cataluña existen dos comunidades. La de los de aquí y la de los que vienen de fuera. Y a estos últimos, la cabeza les funciona de otra manera. Unos con un nivel cultural superior a los otros. Una comunidad normal y otra condicionada por aquel bache en el ADN, del que ya dejó constancia Quim Torra. Y un apunte religioso, pues nos habla un clérigo: una comunidad que tiene cabida en el pensamiento cristiano y otra que toma el nombre de Dios en vano y lo asemeja al de España».

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