El 14 de diciembre, tenía que ser la gran noche de Manuel Valls. Su rampa de lanzamiento. El primer acto público de campaña. Y pinchó indecorosamente en asistencia. Manuel Valls, de momento no tiene tirón. Un error de cálculo o entusiasmo llevó a contratar el Palau de Congressos de Catalunya. Se alquiló la sala de la planta baja, ya de hecho pequeña y hubo que cerrar una parte para disimular los vacíos.

Tal, solo se medio llenó tres cuartas partes de la sala. En primera fila su pareja, Susana Gallardo; y la hermana del alcaldable, También Carina estaba Mejías, la que Vallas ha sacrificado en su candidatura. Está claro que sin el apoyo y entusiasmo del aparato de C´s, esta candidatura tiene menos futuro que un pingüino en el desierto.

Pero hay tiempo para reaccionar. Por eso ha tenido que ceder en sus pretensiones personalistas y reforzar la candidatura con pesos pesados de C´s. Y claro el peso pesado entre los pesos pesados:  el ex diputado Jordi Cañas y otros concejales de C’s en el Ayuntamiento de Barcelona, Koldo Blanco y Franscisco Sierra, descartando a Carolina Mejías, que la podrán en listas para más altos vuelos.

En definitiva, todo tiene que volver a su cauce natural y el hombre realmente de C´s que necesita Barcelona es Cañas, no en Valls de diseño pro-novias, made in Gallardo.

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