Rebelión en el barrio de la Barceloneta. El pintoresco barrio barcelonés lleva años de pesadilla: Incivismo, suciedad, delincuencia, drogadicción, peleas… Este verano ya se han superado ha alcanzado cuotas nunca vistas.

Colau ha hecho promesas, promesas, promesas …, pero la vida cotidiana se ha visto perturbada de tal manera que las escasas acciones aportadas por el consistorio no han servido para nada.

Por ello, los propios vecinos y comerciantes del barrio han empezado a estudiar la posibilidad de organizar patrullas vecinales para intentar devolver la tranquilidad a las calles del antiguo barrio marinero.

La idea es que sean patrullas disuasorias, ya que consideran que basta con la presencia de personas en las calles para evitar que determinados actos incívicos o delictivos se lleven a cabo. Y, en cualquier caso, la intención sería siempre recurrir a la Guàrdia Urbana o a los Mossos d’Esquadra en el supuesto de que una situación se complicase.

Como siempre los políticos han lanzado el grito al cielo. Los ciudadanos no pueden defenderse por ellos mismos.