El grupo municipal de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona ha solicitado al gobierno de Ada Colau que bautice con la fecha del referéndum “un espacio público significativo de la ciudad”. Es decir, que este espacio reciba el nombre 1 d’octubre. Los republicanos defienden su propuesta como “un homenaje a los ciudadanos de Barcelona y del conjunto de Catalunya que el pasado 1 de octubre defendieron, de forma cívica y pacífica, escuelas y equipamientos para preservar su derecho a decidir democráticamente el futuro de nuestro país ante la violencia represora ejercida por el Estado español”.

La propuesta será presentada por el concejal y vividor gracias al cine español, Juanjo Puigcorbé, que justifica la petición por “la trascendencia de los acontecimientos del pasado 1 de octubre y la significación de esa jornada como referente de las libertades nacionales de nuestro país y de los valores universales de la democracia”.

La realidad es que la única trascendencia es que a una señora NO le tocaron los pechos y NO le rompieron los de dos. Eso sí, dio mucho de qué hablar. Por nuestra parte, una calle que se llame «1-O», se asemeja más al resultado de un partido de fútbol que a una fecha épica.

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