
En una de sus declaraciones, decía: “Me acusan de ser un blando un moderado, y lo dicen despectivamente. Dicen: cuando llegue la hora difícil os fallará. Pues aquí me tenéis, si tenemos que ir a prisión iremos, y si hay que jugarse el patrimonio nos lo jugaremos, nos va la dignidad personal y colectiva. Eso es dignidad”.
Dimite por Twitter (como decía el gallego en la película Airbag “qué profesional“), dice que por discrepancias con Carles Puigdemont (¿y se da cuenta ahora?). Su tuit: “Dimiteixo. Els meus intents de diàleg novament han fracassat. Espero haver estat útil fins l’últim minut al president @KRLS i als catalans” (tradución: “Dimito. Mis intentos de diálogo nuevamente han fracasado. Espero haber sido útil hasta el último minuto al presidente Carles Puigdemont y a los catalanes”)
Ahora, Vila aspira a resucitar la vieja gloria de Convergència i Unió en los términos en los que existió: el nacionalismo moderado y dentro de la Constitución que tantos réditos dio a Jordi Pujol al saber jugar las cartas dentro de la ley.
Vila dice no renunciar al independentismo, pero sí a la manera en la que lo ha manejado Puigdemont, del que se reconoce amigo. Según sus declaraciones: “Siempre dije en privado y en público que no estábamos en condiciones de hacer, en esos momentos, una declaración que nos llevase a tratar de implementar un Estado”.
Opción 4. ¿Mañana? No sabe, no contesta.
Categorías:POLÍTICA
Deja un comentario