
Ayer gran expectación. Enésimo discurso de Puigdemont ante el anuncio de aplicar el 155, gran expectación para decir … nada. El protagonista de su discurso fue el General Franco y una señora llamada Democracia, o algo así. Todos esperábamos una DUI, una pataleta, una declaración de Guerra, pero nada. Simplemente no dijo nada.
El viernes se reúne su ya prácticamente destituido gobierno y convocar al Parlamento (secuestrado hasta ahora) y decir … ¿nada? Debe ser contagioso, pues solo le faltaba llorar como Junqueras. Por cierto el «efecto Junqueras» es una epidemia peligrosa, pues Pep Guardiola se puso casi a llorar cuando habló del tema. Igual lloraba porque ya se ve a su hermana sin sueldazo de embajadora y otra vez en Santpedor.
Lo que nos queda por ver.
Guardiola sufriendo el «Efecto Junqueras», apuntito de llorar
Categorías:POLÍTICA
Guardiola, como buen embajador solapado de los musulmanes de Qatar, que led habra prometido el emir dictador a el y al Puigdement & bruixa rumanesa?
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O sea, que primero nos dice el vocero del separatismo Guardiola que el 90 % de los catalanes han decidido que quieren la secesión, y ahora nos sale con que lo único que querían es que les dejasen votar y que quizá hubiese ganado el no. ¿En qué quedamos? ¿O sea que al final él mismo reconoce que esa pantomima con la que pretendían justificar la secesión no fue un referéndum válido? Ellos mismos se contradicen, son ridículos.
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Del saber popular:
Los hombres hablan y dan la cara
los maricones lloran.
Y ahura ustedes adivinen quien es que
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