El diario Libération critica, en una crónica describe como el viejo luchador contra el franquismo, Lluís Llach, se está transformando en una especie de dictadorcillo. Para el diario de izquierdas parisino,  «el icono de la protesta de Catalunya desde la época de Franco» ha pasado a «amenazar» a funcionarios.

Libération expone que lo que fue el autor de himnos de resistencia cultural en abril el cantautor protesta, ahora se deleita amenazando con sanciones a los funcionarios que no sigan los planes de la Generalitat.

Todos nos acordamos de sus amenazas: «Cuando la legislación catalana esté en vigor, los funcionarios que viven y trabajan aquí deben obedecer nuestras leyes [más que las de España]. Deben tener cuidado porque cuando tenemos un estado independiente, […] cada uno tendrá que responder de sus actos y podrá ser castigado por el estado catalán».

Lluís Llach ha caído tan bajo que ya no es mito ni para la pijería progre de París.

El otro rostro de Lluís Llach

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