La primera reacción oficial del Artur Mas ante las explosivas declaraciones de Fèlix Millet en el juicio del caso Palau se hará esperar. El partido sucesor de Convergència ha confirmado que el ex-presidente de la Generalitat no hará ninguna valoración sobre las acusaciones de Millet hasta que no hayan acabado las declaraciones de los principales acusados en esta causa. Con otras palabras, se estará calladito.

En los círculos herméticos del «ex-presi» aseguran que su no se está escondiendo, sino que simplemente esperará al final de las comparecencias para exponer públicamente el posicionamiento de la formación. Siguiendo la ley de Murphy, la coordinadora general del PDEcat, Marta Pascal, había explicado hace unos días en una entrevista a El Nacional que el PDEcat no tiene «ningún problema con el 3%». ¡Olé!

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