Ferran Soldevila, en su Historia de Cataluña, suspira y gime: “Pero la más triste de todas las exclusiones que la política de los Reyes católicos Reyes católicos perpetró, la más funesta para Cataluña –y también para España- fue la imposibilidad de relacionarse y comerciar directamente con el Nuevo Mundo”. Esta descripción se ha convertido en un estereotipo de los agravios que reivindica el nacionalismo.
En su misma obra, páginas más adelante, Soldevila se alegra de Cataluña no participara en las gestas hispánicas. Así lo afirma: “Si Cataluña se hubiera dejado arrastrar a las empresas hispanas, habrían pesado sobre ella algunas de las causas que provocaron la decadencia hispánica; las continuas guerras, en que hubiera tomado parte, la habrían despoblado y es muy probable que dentro de las empresas hispánicas hubiera perdido –como Castilla perdió- sus libertades y sus fuentes de riqueza … el aislamiento de Cataluña, pudo entonces, a lo mejor, contribuir a salvarla”. Fenomenal.
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somatemps.me 
Es ridículo; porque utiliza estereotipos sin consistencia histórica.
Además, si es cierto que la colonización americana fue una empresa castellana (y un catalán podía siempre participar si se naturalizaba castellano), a partir del la Ley de Nueva Planta de Felipe V de Borbón, los catalanes podían comerciar libremente con América y asentarse en ella.
Sería raro que hubiese una prohibición, porque América era y es inmensa; y era necesario colonizarla para que no la pudiesen ocupar potencias enemigas: Castilla tenía sus límites en cuanto a aportación de colonos; y no todo el que quería podía emigrar.
Lo que es extraño es que silencie la etapa de prosperidad que empieza con Felipe V de Borbón, y que con los privilegios que concede Carlos III para la fabricación de paños contra los intereses de otros territorios españoles, como los castellanos, que se arruinan, son las bases de la prosperidad de Cataluña y de su renacimiento artístico y literario a finales del S. XIX.
Pero, ya sabemos lo que podemos esperar de un nacionalista: fomentar el odio y el victimisme para «construir nación».
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Efectivamente, la histororafá nacionalista catalana está plagada de contradicciones. Sobre las contradicciones se han edificado las mentiras.
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Reblogueó esto en GADITANOSDELDOCE.
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