
El FC Barcelona, club catalán fundado por un suizo, lleva en su camiseta los colores del cantón de Berna, Suiza. El club azulgrana a lo largo de la historia profesó una entrañable predilección por el Jefe del Estado, el General Francisco Franco. De hecho fue el club español que más le manifestó públicamente su cariño.
Hasta en 3 ocasiones homenajeó el FC Barcelona a lo largo de sus más de 100 años de historia a Francisco Franco. El propio presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, afirmó en una asamblea de socios que el club solo homenajeó a Franco en dos ocasiones y recalcó que no quitaría la insignia de Oro y Brillantes -concedida en 1951-, ni la medalla de oro del Palau Blaugrana -1971- ni la medalla del 75 aniversario, en 1974, ya, que según él, no existen ni documentos ni registros oficiales.
Y es que, Franco fue el salvador del FC Barcelona, el club más beneficiado por el régimen, incluyendo recalificaciones de terrenos y nada menos que los materiales para construir el Camp Nou. Además, gracias al Ministerio de Asuntos Exteriores español fue posible el fichaje de Kubala y la salida de Hungría de la madre de éste, cosa que el crack húngaro siempre agradeció y reconoció.
Por estas ayudas tan generosas, fue el FC Barcelona quien condecoró hasta en tres ocasiones al General por su importante apoyo. Nobleza obliga.
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Los colores del Barça no provienen del cantón suizo de Berna, sino del colegio de Liverpool donde habían jugado al rugby los hermanos Witty.
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Hoy precisamente he leído por encima la entrevista que le han hecho a un novelista extremeño; dice que su abuelo, falangista que cayó en la batalla del Ebro (creo recordar), fue «ASESINADO» por los que le envenenaron la mente.
¿No era dueño de su voluntad?
¿no se afilió él a la Falange libremente?
¿no combatió como un héroe dando generosamente su vida por la de todos?
Siendo un caído por Dios y por la Patria, ¿no tuvo su familia ninguna compensación?
Ahora, ante la imposibilidad de poder negar que el abuelo era falangista, el nieto progresista intenta camuflarlo diciendo que «la culpa es de los demás»; pero que «yo soy un fiel hijo de la iglesia progresista corrupta laica, feminista y clase que reparte canonjías a los fieles y leales»
Todavía podía pedir perdón en nombre del abuelo.
No: la culpa es de los demás de tal grande tropelía que nadie puede ocultar (haber luchado contra los que querían imponer una dictadura del proletariado en España)
Pero eso es por lo mismo: ayer el bacalao lo cortaba Franco; hoy el bacalao lo corta en Extremadura el Partido Corrupto Progresista; mañana la satén por el mango la tendrá el Partido Chavisto-Cubano de parasitismo total; y pasado…
¿a quién le importa pasado?
¡Pasado, todos muertos!
Por ésto, y en honor a la familia del héroe traicionado por los de su sangre, declarémosle todos como libre de fascismo, blanquismo, catolicismo, machismo, heteropatriarquismo, palestinismo; y pidamos con fervor una canonjía para tan devota familia.
Pero de esas de dormir mucho y rezar poco; que no todas las canonjías son iguales. Ni todas tienen un coche oficial con chófer a la puerta de casa (pagado por los trabajadores de Barcelona y Madrid; que con tanto progresismo y pedigüeñismo, los votantes del Partido Progresista creen que el progreso viene de parasitar de los trabajadores y no del trabajo propio (después de todo, el Frente Popular ganó la batalla después de muerto, ¿no?)
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Esto es verdad, porque todos somos unos lameculeros:
Ayer, el que tenía el poder era Franco; y todos éramos franquistas.
Hoy, el que tiene el poder es Pujol; y todos somos pujolistas.
Mañana, el que tendrá el poder será Pablo Iglesias; y todos seremos pablistas.
Pasado mañana, el que tendrá el poder será el partido unido de los musulmanes catalanes; y todos seremos musulmanes
Lo que pasa es que hay gente más concienciada (que son los que pillan las subvenciones, los buenos cargos, las cuotas de importación…); y el resto, que simplemente hacemos lo que vemos hacer a nuestros vecinos (nosotros son los que no pillamos nada; los que ayudamos a los pujoles a robar; y los que somos carne de cañón)
Tenemos el castigo que merecemos.
(después de haber destrozado el tejido industrial creado por Franco y nuestros impuestos, no podemos aspirar a más)
Pero eso, sí; todos somos muy progresistas, muy feministas, muy proletaristas, muy ideologistas de género….y así nos va.
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