¿Cuáles son los intríngulis que este fin de semana ha vivido la CUP para decidir si mantenían con su voto a los presupuestos el gobierno Puigdemont?

La CUP es un coctel explosivo de numerosas corrientes y grupos que van de los más pragmáticos a los más radicales. NO todos han estado de acuerdo con la decisión de aprobar los presupuestos de del govern de la Generalitat.

En Vilafranca del Penedés se reunió este sábado la crema del independentismo revolucionario, para decidir sobre el futuro de Puigdemont. Pero hubo todo menos unanimidad.  De las ocho organizaciones que integran La Crida Constituent,  con derecho de voto hoy en Vilafranca del Penedès, cuatro votaron en contra de aprobar los presupuestos  Dos han votado a favor y una se abstuvo y la última no asistió.

Endavant-OSAN, la organización fundada en 2000 que lidera ideològicamenet Anna Grabriel, que no ha asistido en la reunión de Vilafranca del Penedès. También ha dicho no la organización juvenil Arran (fusión de Maulets, la CAJEI y otras entidades radicales. Son la rama juvenil de Endavant. También se han opuesto a los presupuestos el grupo Lluita Internacionalista, una organización marxista revolucionaria de raíz trotskista. Y finalmente, a ellos se ha unido Procés Constituent un grupo suyos miembros proceden de diferentes organizaciones y movimientos.

Los partidarios de votar los presupuestos.

Por el contrario, ha dado luz verde a los presupuestos Constituents per la Ruptura, una corriente crítica del movimiento Prucés Constituent (de la ya olvidada Teresa Forcades, y Poble Lliure donde milita el diputado Albert Botran, heredero político del Movimiento de defensa de la Tierra (MDT). Finalmente, el Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes, la organización de estudiantes independentistas de los Países Catalanes, creada a raíz de la fusión de la Alternativa Estel y la Coordinadora d´Estudiants deles Països Catalans, se ha abstenido.

La Coordinadora Obrera Sindical (COS), un colectivo sindical que se declara heredero del sindicalismo de clase y nacional histórico, que dijo no a Artur Mas, finalmente no ha votado.

Así están los que defienden la unidad de Cataluña independiente: absolutamente divididos.

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