El “prusés” catalán ya tiene oficialmente un nuevo padrino, el criminal Otegui. Juzguen la catadura moral del proceso y los que lo avalan.

Éxito del acto organizado por la Asociación Catalana de Víctimas del Terrorismo (ACVOT) y otras organizaciones patriotas, entre ellas SOMATEMPS, manifestándose contra el repulsivo advenimiento del homicida a Barcelona. Se rompieron la garganta gritando lo que es, un ASESINO y honrando la memoria de las numerosas víctimas del terrorismo en Cataluña, recordando los atentados y leyendo varios manifiestos.

La importuna llovizna de enero, heladora, como la sangre fría de sus delitos, no impidió que un buen número de españoles de bien y gente de orden manifestase su pública repulsa ante el sanguinario líder de Sortu, partido tenía que tenía que estar ilegalizado, así como los que lo apoyan: Cup, Podemos y ERC.

Como colofón sonó mayestático el himno nacional, incluso con la letra de Pemán, mientras el etarra y los proetarras, en la reunión de los cínicos, profanaban el otrora señero lugar, hoy foco infecioso de separatismo y nicho ulceroso de extrema izquierda.

El criminal Arnaldo Otegi, auguró ayer el Ateneu Barcelonès que el proceso soberanista catalán «no tiene marcha atrás» y atribuyó el mérito al papel que juega el president de la Generalitat, Carles Puigdemont. Según sostuvo ante un auditorio lleno, el president «irá hasta el final» para celebrar el referéndum previsto para septiembre. El terrorista no arrepentido advirtió también al Govern que no esperen ninguna oferta del Gobierno español: «Ellos tienen la esperanza de que la gente se asuste» con las posibles inhabilitaciones.

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