
Ya en verano de 2015, según el diario el Economista, más de 6400 empresas habían abandonado Cataluña. En 2016 la cifra siguió aumentando de manera continuada y la Generalidad ya no se atreve a dar datos precisos, ocultando esta preocupante realidad. ¿Qué pasará en 2017? Más vale prevenir que curar. Muchas empresas importantes de Cataluña no quieren poner en riesgo ni un céntimo ante la locura secesionista del Govern.
Centenares de empresas tienen preparado ante una emergencia el traslado de su sede social desde esa Comunidad a Madrid en apenas 24 horas. Han trabajado con discreción estos meses desde el punto de vista informático, legal y logístico para trasladar sus cuarteles generales si la deriva soberanista se consuma y se produce una declaración unilateral de independencia (DUI), aunque no tuviese ningún efecto práctico.
Importantes firmas del sector financiero, de seguros, del mundo de la consultoría, de la logís-tica, la industria y de la alimentación han preparado esas medidas de contingencia con abso-luta discreción y siguen en gran medida manteniendo esos planes en secreto para evitar represalias de la propia Generalidad y del colectivo separatista y también para ahorrar a sus trabajadores zozobras que finalmente pueden ser innecesarias.
El temor de estas compañías es la eventual expulsión de Cataluña de la Unión Europea y más aún de la zona euro, lo que dificultaría el negocio y la financiación, cuando los grandes bancos de la zona han dicho que en una Cataluña sin la moneda común su traslado sería inevitable.
Todavía retumba la humillación que le propinó José Borrell a Oriol Junqueras en el famoso debate televisivo sobre las consecuencias de la independencia de Cataluña.
El famoso mantra de que las empresas con sede en Cataluña no se irán si esta se independiza, se viene abajo. Voces «autorizadas» dentro del separatismo, como el propio Junqueras o el “ínclito” economista Javier Sala Martín, el de las chaquetas horteras, habían dicho que por el hecho de independizarse de la «casposa» y «caótica» España, las grandes multinacionales aterrizarán sin demora. Se aprecia una larga lista de espera. ¿Ustedes la ven por algún lado?
En cambio la linnumerable lista de empresas y bancos que se irían desde Freixenet y Planeta… hasta CaixaBank, Santander, BBVA, Bankia, Banco Sabadell y Popular es sólo la punta del iceberg, que se queda muy corta. Es tan sólo un pequeño listado de las más importantes. ¿Quizá SEAT no se atreve a dar la cara?
De todo esto, se concluye que Cataluña quedaría empobrecida, prácticamente de forma crónica, en detrimento de regiones como Aragón o Madrid, que se verían beneficiadas con este «invento del platanito».La única solución que se vislumbra para que una Cataluña independiente sea viable, es que se convierta en un paraíso fiscal. Ya saben, atraer todo el robo mundial, el narcotráfico, el terrorismo, etc.
Si esto es lo que quieren… no les demos ideas…
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