La cumbre del Pacto Nacional por el Referéndum ha supuesto la certificación definitiva del cambio en la hoja de ruta del Gobierno autonómico: el objetivo ya no es la independencia antes del verano sino la celebración de un referéndum, pero incluso pactado con el Estado. La fecha tampoco ha sido fijada.

Carles Puigdemont, ha explicado que la reunión ha acordado la solicitud de un referéndum “sobre el vínculo que debe haber entre Cataluña y España” y acordado “con el Estado español». Puigdemont no ha hablado en ningún caso de independencia.

El Pacto Nacional por el Referéndum se dotará ahora de un comité ejecute -encabezado por Joan Ignasi Elena– para impulsar la celebración con “una campaña de adhesiones” y un “manifiesto” cuyo contenido no se ha debatido.

Ada Colau ha insistido en que “ahora no sería útil repetir un 9N” y que “si decimos que queremos un referéndum es un referéndum”, pero ha admitido que aún no tiene fecha. Junqueras igualmente ha defendido al tesis de un Referéndum pactado. La CUP, por su parte, también ha aceptado el referéndum pactado.

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