Diputados y concejales de la CUP han quemado fotografías del Felipe VI durante una concentración que la formación ha organizado este lunes en las puertas del distrito de Sant Andreu de Barcelona tras la detención de cuatro personas que se han negado a declarar ante la Audiencia Nacional por quemar imágenes del monarca.
Durante el acto, en que se han reunido unas 200 personas, se ha gritado «ni rey, ni miedo, Jané dimisión», «alerta Convergencia se nos acaba la paciencia», y «sin desobediencia, no hay independencia «. A la concentración de la capital catalana han asistido miembros de las diferentes organizaciones de la izquierda Independentista, como la concejala Maria Rovira, el concejal Josep Garganté, las diputadas María Vehí, y Eulàlia Reguant.
Si la burguesía catalana entra en este juego, queda avisada: será su final (de hecho ya ha empezado). Si los cargos electos de un parlamento autonómico pueden saltarse la ley, ¿por qué no la ciudadanía entera?
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somatemps.me 
Parecía que los gestos del emérito, en su travesía cubana, podrían haber causado sensación, pero no lo suficiente.
Yo creo que dentro de poco alguien dirá que el motivo -por lo de la quema- fue que tenían frío y fue la manera de entrar en calor rápidamente con lo que tuvieran a mano.
Que no cunda el pánico, nuestro presidente esperado y actúal va presto para dar más leña al fuego. ( Se nos ha quedado grabado su marcha atlética apresurada ).
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Por no haber actuado en su momento, hemos llegado a ésto y más.
Todos los cargos públicos tienen que acatar la Constitución y jurar fidelidad al Rey.
No porque tengan que ser monárquicos, sino porque forman la cúspide del ordenamiento jurídico español del que forman parte los ayuntamientos, diputaciones, parlamentos regionales, el Parlamento de la nación, los funcionarios, el ejército y los jueces.
Justamente por eso estos radicales rompen las fotos (no tienen nada con el Rey; ni el Rey tiene nada con ellos): es que el Rey es un símbolo, como la bandera y el himno nacional.
Nótese que una empresa privada no tiene que acatar la Constitución (aunque sí que tiene unas obligaciones administrativas y legales; y está sujeta a responsabilidad civil y penal)
Tampoco estas personas, en privado, están obligadas a más de lo que nosotros estamos obligados.
Parece que vamos a reinventar la rueda -cada generación-, y averiguar por nosotros mismos para qué sirven las instituciones.
La radicalización de la vida política catalana es el resultado de unas políticas muy determinadas establecidas por Pujol y el PSC.
Por tanto, si se quiere que se vuelva al sentido común y a formar parte del conjunto de países civilizados europeos, hay que cambiar esas políticas; empezando por hacer cumplir la Ley, caiga quien caiga.
Alguien dirá que eso va a radicalizar más la situación:
La situación está tan radicalizada, que ya no vale componendas.
Seguir por el mismo camino solo va a traer más problemas.
No tenemos ya nada más que perder.
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