El Ayuntamiento de Sant Cugat había colocado un mástil con bandera separatista en la plaza Lluis Millet, de la estación. Tras una serie de denuncias, el ayuntamiento se vio obligado a retirarla desde el lugar que ondeaba desde septiembre de 2014

En la tarde de ayer, la alcaldesa de Sant Cugat, Mercè Conesa, había avanzado que el Ayuntamiento no estaba dispuesto a cesar en su empeño de que la enseña separatista siguiera enarbolada en un lugar representativo de la población, a pesar de la resolución de un magistrado.

Según informó el medio local Tot Sant Cugat, anoche ya apareció alzada en la plaza de Octavià, junto al monasterio de Sant Cugat, el monumento más representativo de la localidad. Pero Sant Cugat es la traca y con ella no se juega.

La «cubana» no ha durado ni 12 horas y ahora ha está en el lugar que le corresponde: alfombrilla de un parking. Los autores del acto de justicia ciudadana dejaron una nota, que se asemeja a nuestros eslóganes: «basta de robarnos el espacio público». Olé por ellos.

Hace poco una acción similar en la madrugada del 12 de Octubre, asombró públicamente en Valdoreix al producirse el milagro de la transformación: de Cubana a española.

Categorías:ACTIVIDADES