Era la vigilia del día de la Hispanidad. La rotonda de Valdoreix, tan transitada ella, estaba hecha un asquito por culpa de una estelada que se quedó atrapada en un palo. Pero la Virgen del Pilar, en solidaridad con el mástil, transformó la caquita esa en una bandera española.

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Verguenza les tenía que dar a los políticos ¨ constitucionalistas ¨ éstas cosas, el pueblo abandonado a su suerte y teniendo que soportar todo tipo dictaduras como la que hay en Cataluña desde hace décadas.
Cómo ha dicho que es, La Traca, bien por la traca esa.
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Necesitamos miles de milagros como este y que las cubanas muten a banderas españolas. Todavía no perdemos la fe en que dichos milagros se produzcan.
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