
Dicen que ya le va cogiendo gusto. Ahí dónde va, la reciben con insultos y silbidos. Ella ha creado escuela y ahora le crecen los enanos.
Esta vez, Ada Colau, ha recibido una sonora pitada por una parte de los vecinos de Gracia después del pregón que ha dado el pistoletazo de salida a las fiestas del barrio.
La alcaldesa ha estado acompañada del primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, el argentino independentista, el amo de la pista. Sí ese que le encanta sacar esteladas por el balcón de la casa consistorial.
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Los barceloneses tienen lo qué ellos cosecharon, ahora como dice el castizo «ajo y agua» qué se lo hubiesen pensado antes
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