Entre sus frases, nos dejó unas cuantas joyas, por ejemplo,
–“Cada pueblo tiene la televisión que merece.”
-“La nación vasca es una invención de la Historia que ha cuajado en la mente de unos fanáticos.”
-el concurso Operación Triunfo es «basura fabricada deliberadamente para obtener mayores audiencias».
-“Cuando superas la idea de una Europa sublime, sólo ves una organización de tiburones y multinacionales que no están por encima de los estados sino que los utilizan.”
-“La cultura española es esencialmente analfabeta.”
-«Ser de izquierdas no significa nada o demasiadas cosas».
-“La impresión que tuve la primera vez que fui a Inglaterra es que, quitando las elites de las grandes ciudades y a Newton y Darwin, son unos bárbaros. Claro que eso es mucho quitar, pero los ritos antiguos, las familias comiendo un pedazo enorme de pierna de cordero, el modo de comportarse, el tipo burdo de trato… Y no digamos los alemanes.”
-“No existe un pensar auténtico. El pensamiento es, ante todo, contradicción. Nadie puede decir soy ateo sin pensar en Dios.”
-“La élite pretende mantener su ensueño de minoría despierta.”
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somatemps.me 
-“La cultura española es esencialmente analfabeta.”
-“Ser de izquierdas no significa nada o demasiadas cosas”.
¿Quién lo iba a decir?
Salimos de la dictadura con el convencimiento de que una nueva era de creatividad y arte se iba a extender por España, una vez desaparecida la censura y liberado el pensamiento de las trabas de la dictadura y la religión de Estado.
La realidad ha probado que ese no ha sido el caso.
Hemos caído en la peor de las vulgaridades.
Los únicos que han sacado provecho -no por sus creaciones, sino por el apoyo público a los zapateros a cambio de subvenciones y prebendas- son los de la Ceja.
Pero efectivamente tenemos un nivel cultural tan bajo que no nos podemos comparar con la Europa civilizada.
¿Qué ha pasado del libre pensamiento, grito de guerra de los progresistas durante dos siglos?
Que, como la democracia y la tolerancia, el libre pensamiento es para cuando se está en la oposición, por razones obvias; y que demuestran que los «progresistas», serán ladrones, pero no gilipoyas.
Y esa misma es la razón de la caída en picado de la escuela pública y de la Universidad.
Pero eso, sí, hemos conseguido cambiar la religión cristiana por la religión «de izquierdas» como referente moral y cultural de los que intentan parasitar a costa de su vecino, mientras que se niegan en redondo a pagar los impuestos que sus representantes a Cortes han votado.
Cui prodest?
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Pues, sí, éste es el problema de este país.
Para cualquiera que haya vivido en el extranjero, las tonterías (falsas ideológicas ) que tenemos y por las que nos tiramos los trastos a la cabeza (la prohibición de los toros, el laicismo, la escuela pública, Podemos, el Procés, la falta de tolerancia, el anticlericalismo y el enfrentamiento constante…) simplemente no existen.
Por eso precisamente allí funcionan y aquí no: porque allí, los problemas, que siempre hay se arreglan; no como aquí que estamos con (falsas) teorías y (falsas) ideologías, que lo único que hacen es distraer al personal de defender sus legítimos intereses e intentar poner al Partido Progresista en el poder para que sus élites hagan su fortuna y la de su familia.
No merecemos ser europeos.
Merecemos tener 6000000 de parados, y Cataluña invadida de musulmanes radicales: todo eso es producto de este tipo de pensamiento, que este filósofo llama «estupidez» y otros llaman «tontoculismo».
Pero claro, nada de ésto pasaría si nuestras élites políticas, ésto es, aquellas personas que creemos que defienden nuestros intereses, no utilizasen el enfrentamiento, el odio y la envidia para cumplir sus objetivos egoístas; porque ese comportamiento acaba ser copiado por los que esperan de ellos claves de pensamiento y acción.
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