Transmitimos la noticia, pero –vive Dios- que no entendemos la mitad de las expresiones. Esta gente está o en otro planeta, o nosotros en otra época.

Entre manzana y pera, escojo macedonia». El Parque de la Ciutadella (Barcelona) se llenó el martes pasado para «romper binarismos» en la conmemoración en Barcelona del Día para la Liberación LGTBI. La Comisión organizadora del acto montó una extravagante mesa redonda sobre la plurisexualidad, «un tema que incluso dentro de la comunidad LGTBI, está un poco aparcado», aseguraba la activista Mercè Badia, que se define a sí misma como “mujer bisexual no monógama.

«Romper binarismos» supone entender a las personas fuera de los dualismos de género y sexualidad. Es decir, que no todo el mundo debe situarse entre los parámetros hombre-mujer. Es el caso de A. M., que se define a sí mismo como persona «no binaria«, que no se identifica con las etiquetas de ‘hombre’, ‘mujer,’ ‘heterosexual’ o ‘homosexual’, entre otras. Explica que, a pesar de contar su identidad plurisexual siempre se encuentra con una misma pregunta: «¿Qué soy más? ¿Hetero u homo?».

Lo dicho, de otro planeta.

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