Mohammed Chaib
Miquel Iceta y Meritxell Batet diseñaron una campaña con una estrategia específica: recabar los votos perdidos entre los musulmanes nacionalizados españoles. el responsable era Mohammed Chaib, que contaba con un lugar privilegiado en la candidatura de Barcelona, aunque por los pelos parece que por los pelos no ha salido elegido.
Mohammed Chaib se ha centrado su campaña en la población musulmana, visitando mezquitas y centros culturales y buscando el apoyo de una minoría con 117.000 ciudadanos españoles en la provincia según datos del Observatorio Andalusí.
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somatemps.me 
Precisamente parte de la estrategia de nacionalizar inmigrantes (musulmanes, iberoamericanos…) es la de crear una red clientelar que, precisamente por su pobreza y su marginación (no hablan el idioma y/o no han estudiado nada ni saben hacer nada que les permita ascender economica y socialmente) les voten a ellos, porque les garantizan los «gastos sociales» (subvenciones por hijo, pisos, ayudas de comedor, becas de libro, reunificación familiar traerse al padre, darle una pensión y tratarle de alguna enfermedad crónica…)
Precisamente yo conozco a una boliviana (con pasaporte español, y por tanto española, pero que no se considera española) que recibió la llamada de otra boliviana para votar a Pedro Sánchez, cosa que hizo.
Resalto que todo ésto se hace con dinero de TODOS los españoles.
La compra de votos no es democrática.
Y efectivamente, cuando hay elecciones se pone en marcha una red de llamadas y de visitas -no de Iceta-, que lo hace para la galería, sino de nacionales de origen de estos falsos españoles para asegurarse de que votan al partido progresista.
Como decía la socialista andaluza el año pasado: había que «ir de puerta en puerta como los Testimonis de Jehová pidiendo el voto para evitar que los del PP les quiten las subvenciones» (les quiten las subvenciones al vecino en cuestión al que han picado la puerta, no al PSOE, que al vecino no le interesa)
Esa es la razón de que haya candidatos de emigrantes en las listas del Congreso, del Senado, de las Asambleas de las Comunidades Autónomas y de los Ayuntamientos…sin contar las innumerables fundaciones y ONGs (todas mantenidas con dinero público de TODOS los que contribuyen, no de los que no contribuyen, como estos inmigrantes) donde mantener al CEBO que pueda atraer el voto con su esfuerzo y nuestro dinero.
Si todo ésto no es corrupción, que venga Dios y lo vea.
Yo no soy franquista; pero estas cosas no las hacía Franco.
Entiendo que si yo fuese un inmigrante de éstos, haría lo mismo y votaría a Pedro Sánchez, porque me permitiría a mí y a mis hijos vivir mucho mejor de lo que merezco -no soy idiota y éste en cualquier caso no es mi país-; pero si yo fuese político, desde luego que no participaría en este fraude antidemocratico que lo financian los que se perjudican de él y que en definitiva es una INVASIÓN y una COLONIZACIÓN impuesta a la población nativa.
Ser patriota no tiene nada que ver con banderas, himnos, militares…
Ser patriota significa favorecer la comunidad de uno (muchas veces en contra de los intereses personales de ese uno -incluso derramando la propia vida-). Y la comunidad son personas concretas, con nombres y apellidos.
Con la crisis económica creada precisamente por las políticas económicas de Felipe González y la burbuja zapatera, no es de recibo que el ambicioso Pedro Sánchez se comporte así con los españoles.
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La masonería. Pura y dura-lo de pura es un decir-
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Queda con esto mas que claro que a los socialistas no hay que votarlos. Las contradicciones son alucinantes, ¿a ver que clase de «progresistas» pueden ser unos zarrapastrosos que van a buscar el voto de un colectivo ultramachista y retrogrado?
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