Tras la tercera noche de violencia emerge el líder carismático de la revuelta
Lógico, después de enterarnos de que el alcalde burgués separatista se dedicaba a pagar a los okupas antisistema una generosa semanada de 5.500 euros al mes. Dinero que, ya se lo pueden imaginar, no salía de su bolsillo, y menos aún del de su jefe, el trilero del carrer Tuset, sino de les butxaques del Pepet i la Maria, es a dir, de la seva i de la meva.
¡Qué generosos son con el dinero ajeno!
Ya se anuncian camisetas con Xavier Trias tocado con la boina del Ché Guevara.
Dolça i desballestada Catalunya…
Categorías:INCREÍBLE PERO CIERTO
somatemps.me 
¿Humanitarias? ¿Social, dice el señor Trías, al que yo nunca trié?????
Por favor, que explique qué clase de actividades – aparte de plantar marihuana, snifar coca, emborracharse, llenar de piojos a los vecinos, molestar a todos con sus músicas a horas intempestivas, llenar de mierda las calles, llevar a perros garrapatosos, romper mobiliario urbano, romper escaparates, papeleras, quemar cajeros automáticos y otras lindezas – hacen estos piojosos radicales y vividores del dinero de los barceloneses…
Venga, señor ex-alcalde: ya está usted tardando en dar explicaciones de porqué usó MI DINERO en proteger a estos sinvergüenzas.
Con Clos – cuyo hijo vivía en una comuna – empezó la protección de okupas
Con Maragall – que no se enteraba- seguimos esa deriva
Con Hereu – más preocupado por despilfarrar dinero en la Diagonal
Con Trías, cuya única solución fue robar a los barcelonese para darlo a los salvajes
Y, finalmente… tachan… tachán…: ¡con la Kolau hemos topado!: ésta ya ni siquiera se atreve a mandar a la policía. Claro!! ella es okupa, antisistema, zaparrastrosa, mantera y sectaria ¿Cómo va a ir contra sus iguales?
Y, mientras, Barcelona es una leonera que muy pronto perderá el poco pedigrí de europea que tenía…
Y es que el «ojo» de los barceloneses que la votan y de los partidos que la sustentan está pidiendo a gritos un oftalmólogo del cerebro
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SR. Trías, a usted le ha pasado como a Chamberlain, tuvo que elegir entre el deshonor y la guerra, eligió el deshonor (pagar 5000 € para que los «okupas» tuviesen local) pero ha tenido guerra.
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