El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en una entrevista en el programa El suplement, de Catalunya Ràdio con motivo del Día Mundial de la Radio ha destacado que «los niveles de percepción de la pluralidad de los medios públicos de Catalunya nos equiparan mucho más a Europa que al modelo del Estado español».
Preguntado sobre cómo debe ser la radio pública en una Catalunya independiente, el presidente respondió que «debe seguir siendo una radio de profesionales, hecha para toda la audiencia; una radio que cuando alguien de fuera nos la mira nos diga que es una buena radio; que tenga el beneficio de la audiencia y los anunciantes; que sea capaz de innovar».
Ha añadido también que tendrá «muchos más recursos, los que tendríamos que disponer de un estado independiente que ahora no tenemos».
Puigdemont o es tonto, o no es de este mundo.
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somatemps.me 
Sera al nivel de Rumania. acorde con el de su santa bruixa.
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El “mentir” ha sido y es la norma a seguir de este “catalanismo totalitario” que además esconde una profunda “corrupción” (nos roban).
Se tiene claro desde el siglo XIX, tras experimentar como determinadas asociaciones sociales, incluso con un nivel de vida elevado, producía una alienación del hombre.
Conducen gregariamente y manipulan a la masa.
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Como a los niños se les ha de explicar las cosas con mucha claridad, porque si nó no entienden la lección, comparemos la situación actual de esta manera:
Si todos los miembros de cada familia se independizaran de golpe, tuvieran su propia casa y vivieran de sus propios recursos, habrían muchas, muchísimas más casas, muchísimos gastos comunes multiplicados, como agua, luz, gas, alquiler o hipoteca… y tendrían que ser costeados por un solo individuo.
En esa tesitura, si Cataluña se independiza, -espero que renazca de nuevo el «seny catalá y no sea así- necesitará un ejército para defenderse, y muchos gastos «nacionales» que ahora no tiene… y seguirá tapando la considerable merma que ocasionan sus propios «chorizos» porque muchos aspiran al título de HONORABLE (y un batallón más sueña con chupar del bote) importándoles un comino el serlo de verdad.
Aparte, con esos efectos llamada que tan ingenuamente lanzan a los cuatro vientos, la avalancha invasora -más o menos pacífica pero invasora- será tal, que en pocos años las mujeres catalanas irán con burka y no hablarán español o castellano -tanto monta- si nó ÁRABE.
Se les ha olvidado aquello de que LA UNIÓN HACE LA FUERZA.
Y como todos los males se contagian, vendrán los pequeños independentismos, al abrírseles los ojos y ver que no todo es de color de rosa, ni tan pacífico, ni tan próspero como lo pintaban. Tal vez el Valle de Arán sea el primer botón de muestra.
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