Hay vidas que podrían tener un final épico y que acaban como una triste banalidad. Es el caso de Muriel Casals i Couturier. De nacionalidad francesa y española, casada en prineras nupcias con un xarnego y en segundas con un belga, pero independenstista catalanista (con el tiempo). Su militancia de joven en el PSUC (de ese PSUC antinacionalista y antiburgués) no le impidió desplazarse a la ideología nacionalista, propia de la burguesía, según los estrictos cánones marxistas.

Pero los cargos del «régimen» nacionalista se fueron sucediendo y con ello las simpatías hacia la Independencia. Acabó como presidenta de Omnium cultural y, de ahí a la fama: n 3 en la lista del Junts pel Sí; y `residente de la Comisión de Independencia en el Parlament de Cataluña.

Estaba llamada a ser el ariete contra el Estado español y una bicicleta se la llevó por delante. Toda muerte es trágica, pero esta -sin la épica esperada- deja un mal sabor de boca para muchos que no podrán aprovecharse políticamente de su fallecimiento.

Por nuestra parte, ya dejamos claro que nuestra lucha es contra las ideas y que deseamos lo mejor para las personas y así lo escribimos recientemente en un post, cuando le deseábamos una rápida recuperación.

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