Los alguereses, instigados por Mariano IV de Arborea se rebelaron matando el comandante de la guarnición, provocando la respuesta catalana, y la flota de Bernardo II de Cabrera, un maño de Calatayud, derrotó el 27 de agosto de 1353 a los genoveses en la batalla naval de Port del Comte, capturando numerosas galeras que facilitaron la conquista de Alguer del año siguiente.
La derrota genovesa permitió nuevamente la conquista del Alguer a Bernardo II de Cabrera, que dejó de capitán Gispert de Castellet con una guarnición y se marchó con los prisioneros, las galeras propias y las capturadas en dirección a Cagliari.
Cuando Bernat de Cabrera marchó, la ciudad se rebeló masacrando la guarnición, y Gispert de Castellet tuvo que huir. Cuando conoció la situación en el Alguer, Bernardo II de Cabrera atacó derrotando a los sublevados en la batalla de Quart y ordenó evacuar la isla ante la importancia de la revuelta.
La ciudad fue repoblada desde el Penedès y el Camp de Tarragona, asegurando de esta manera una ciudad leal a Pedro el Ceremonioso. Gracias a un maño, se habla catalán en el Alguer
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