Ni ellos se creen que el «prusés» viene de abajo. Lo de idearon los de arriba y lo pagamos todos.

Las  farmacias que no cobran, recortes en sanidad, una deuda pública brutal, Mas llorando porque Montoro le aprieta las clavijas… Vaya, que no hay dinero, resulta que la caja de la Gene está llena de telarañas. Y resulta también, miren ustedes, que el gobierno de Artur Mas lleva gastados en el “prusés” la friolera de ¡3600 millones de euros! Esto es lo que publicó ayer el diario ABC.

Todo sea por la república bananera. La tele del régimen, TV3%, pierde millones a montones, es un auténtico agujero negro. Es la televisión pública más cara de España. Mantener durante los últimos cinco años la “Corpo” (Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals), que incluye 7 canales de televisión (TV3, TV3 HD, TV3 CAT, Canal 33, Canal 3/, Esport 3, Super 3), 4 emisoras de radio (Catalunya Ràdio, Catalunya Informació, Catalunya Música, Icat.cat) y otros medios digitales, nos ha salido a los catalanes por 1.736 milloncejos de nada. Calderilla, ¿verdad? Otros 389 millones han ido destinados a medios privados. Ellos lo llaman subvencionar. Nosotros, comprar a la prensa, totalitarismo y política de estómagos agradecidos. Así es como se fabrica el “prusés”.

La internacionalización de la chirigota separatista, con sus oficinas y “embajadas”, suma ya 148 kilos desde 2010. El pancatalanismo, esto es, el fomento del catalanismo fuera del Principado, 1.072 millones. Dos de los motores del separatismo, Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència (AMI), se han visto también favorecidos con unos dineretes por parte del govern, como no podía ser de otra manera. El chiringuito ese que montaron en el Borne para “celebrar” el “Tricentenari”, que ya tiene guasa el tema, tuvo un coste superior a los 86 millones.

La camiseta ni siquiera es la senyera, ¡es la estelada!

¿Sabían ustedes que existen unos deportes llamados fistball, tamborí o twirling? ¿No? Nosotros tampoco, pero resulta que Cataluña tiene “selección nacional” (sinceramente, no creemos que tengan mucho donde escoger) reconocida internacionalmente en estos y otros deportes minoritarios, por no decir absolutamente desconocidos, lo que da una idea de que esto no tiene el menor interés deportivo, sino político, buscando crear precedente. De hecho, la gestión del deporte depende de la Conselleria de Presidència, con lo cual se pueden imaginar lo importante que es como arma de propaganda para el nacionalismo.

La broma del butifarréndum nos costó otra riñonada: 9 millones de euros.

Y luego dirán que España nos roba, los muy sinvergüenzas.

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