Hoy en la Catedral de Barcelona beatificación de 21 capuchinos, asesinados en la Persecución religiosa (1936-39)


El cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, celebrará hoy sábado 21 de noviembre de 2015 a las 11,30 en la catedral de Barcelona la beatificación de los 26 capuchinos mártires de la causa encabezada por Frederic de Berga. En honor de este evento he actualizado la lista de los ya 1.571 mártires del siglo XX en España, que puede consultarse en Wiki Martyres.

Precisamente para honrar a los mártires, y no por afán de polémica o siquiera de precisar conocimientos históricos, parece necesario anotar que en el escrito que el padre Mauro Jöhri, general de los capuchinos (y suizo), ha publicado para la ocasión en «Catalunya Cristiana» se han introducido incoherencias y errores que, en mi opinión, desdicen del honor debido a los mártires y a las simples víctimas del terrorismo revolucionario.


La incoherencia en cuestión estriba en negar primero y luego afirmar la responsabilidad de las autoridades del momento en Cataluña por el asesinato de sus hermanos religiosos ahora beatos: «No fueron las autoridades de la República las que persiguieron a los religiosos. En aquellos primeros meses de guerra, la retaguardia republicana se vio superada por los comités revolucionarios anarquistas, que se hicieron los dueños de la calle sin freno de nadie». El tímido matiz que contradice esta frase es reconocer finalmente que «la persecución no fue simplemente obra de personas incontroladas. Había instrucciones muy precisas para ir en busca y supresión de religiosos».

Quien haya escrito lo que firma el padre Jöhri afirma que los capuchinos «en Cataluña eran particularmente apreciados por su sintonía con la Renaixensa, movimiento de redescubrimiento y revaloración de la identidad catalana desde fines del siglo XIX y durante todo el inicio del siglo XX», lo cual, sea o no cierto, nada tiene que ver con la revolución española y su particular saña antirreligiosa en Cataluña. Por mucho que el deseo de caer bien a quienes hoy manejan la sociedad lleve al autor de ese escrito a ignorar quiénes manejaban la de 1936 (en la que los catalanistas no fueron más que títeres de los revolucionarios, extremo al cual parece no haber llegado el señor Mas), las fechas de asesinato de los capuchinos no permiten enmascarar esa ignorancia con el pseudoargumento de los «incontrolados» en los «primeros meses»: al nuevo Beato Fray Eudaldo de Igualada lo asesinaron el 31 de octubre de 1936, al igual que a Fray Timoteo de Palafrugell; al Beato Fray Alejandro de Barcelona el 24 de noviembre; al beato Fray Doroteo de Villaba dels Arcs y al Beato Fray Martín de Barcelona, el 19 de diciembre; al beato Fray Remigio del Papiol el 21 de enero de 1937; al beato Fray Paciano de Barcelona el 24 de enero de 1937; y al beato Fray Federico de Berga, que encabeza la beatificación, el 16 de febrero de 1937.

Así que Renaixença toda la que quieran, pero rigor histórico también a ser posible, pues otra cosa es ofender a los mártires y a cualquier persona que tuviera valor para no consentir en los crímenes hechos, eso sí, en nombre de la libertad y la revolución.

berga

 



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