Decenas de franceses, británicos, alemanes, holandeses, japoneses… bajan cada día en la parada que el Bus Turístic tiene junto a las modernas instalaciones del nuevo mercado de los Encants de Barcelona. Si giran la vista, verán que a pocos metros de la espectacular cubierta de diseño se amontonan un puñado de chabolas ocupadas por inmigrantes de Marruecos, Argelia, Mali, Guinea Conakry… Dos años después del desalojo de lasnaves ocupadas en el Poblenou, un total de 420 personas, según el censo que maneja el Ayuntamiento, malviven en asentamientos insalubres repartidos por la ciudad. Una de ellas es El Aouni Maarouf. Este ciudadano de origen marroquí de 66 años es uno de los alrededor de 40 inquilinos de las barracas levantadas en un solar y en un gran almacén desvencijado de la calle Pamplona con vistas a los Encants.
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