José Luis (Franco) Rabell, cabeza de lista de ‘Cataluña sí se puede’ (la marca de Podemos, ICV-EUiA y Equo para las elecciones del 27-S), trabajó durante 20 años en Talleres Franco SA, una empresa familiar de mármoles y granitos, tal y como consta en la biografía de su candidatura. Sin embargo, lo que no dice esta reseña es que la entidad fue disuelta en febrero 2010, según consta en el Registro Mercantil, después de arrastrar una situación de quiebra.

Las últimas cuentas que presentó la firma revelan que Talleres Franco SA tuvo pérdidas por valor de 200.000 euros en el ejercicio de 2008. Una gestión en entredicho en el ámbito privado que no le ha impedido postularse ahora para dar el salto a la política.

Talleres Franco SA obtuvo beneficios de apenas 5.441,64 euros en 2007. Una cifra que preocupaba, ya que sólo el alquiler de las instalaciones donde operaba suponía un desembolso de 4.500 euros mensuales. Al año siguiente, la viabilidad empeoró hasta alcanzar un saldo negativo de 200.060,22 euros. Ello llevó a los administradores, entre ellos el hoy candidato de Podemos a la Presidencia de la Generalitat, a echar el cierre a la empresa tras ser declarada en concurso voluntario en octubre de 2009. La disolución llegaría escasos meses después.

acumuló hasta 16 incidencias por deudas con la Tesorería General de la Seguridad Social por un importe total de 33.748,08 euros

Asimismo, el historial de Talleres Franco SA refleja que acumuló hasta 16 incidencias por deudas con la Tesorería General de la Seguridad Social por un importe total de 33.748,08 euros. La memoria de 2008 indica que la plantilla de la empresa, además de sus tres administradores, estaba formada por otros seis empleados: cuatro técnicos y tres trabajadores no cualificados. En total, diez personas.

El pasado de Lluís Franco en el activismo vecinal le sirvió para recalar, tras el cierre de su empresa, en la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), que ha presidido desde octubre de 2012. Mucho antes, sobre todo desde el año 2000, se había implicado en este activismo, ingresando en la Asociación de Vecinos de la Izquierda del Eixample, organización de la que también fue máximo representante.

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