LA RESISTENCIA CATALANA A NAPOLEÓN


 

bruch3

Lazo de bandera española con cuatro barras, de la conmemoración del primer centenario de la batalla del Bruch. Actualmente se conserva el la población de El Bruch.

 

Con motivo del primer centenario de la invasión napoleónica, en 1908, se celebraron en Cataluña innumerables actos conmemorativos. Cien años después, el nacionalismo imperante ha pasado de puntillas sobre esta celebración. La causa es más que evidente: durante esos años Cataluña explotó en una manifestación de religiosidad, patriotismo y espíritu monárquico. Mientras que unos pocos afrancesados se embelesaban con las tropas napoleónicas, la inmensa mayoría del pueblo catalán se batió en la resistencia de ciudades como la de Gerona, en los campos bajo forma de guerrillas o en sublevaciones y actos de resistencia como la quema de papel timbrado francés en Manresa.

Por la Religión, el Rey y la Patria

 Si analizamos la inmensa mayoría de proclamas que surgen de las juntas provinciales, en todas ellas se manifiesta el ardoroso espíritu patrio y el espíritu de aquellos catalanes. En la proclama de la Junta de Lérida se lee: “Valerosos Ilerdenses: vuestros esfuerzos en las críticas circunstancias en que se halla España, acreditan que vuestros generosos corazones están animados de los mismos sentimientos de amor a la Religión, del Rey y a la Patria, que en todos los tiempos y edades ha sido prendas características de los naturales de este leal y fértil suelo”. La Junta de Gerona en una proclama también afirma: “La Religión, el Rey y la Patria reclaman todos nuestros esfuerzos; levantémonos pues con prontitud a socorrerlos y sea nuestro único grito universal viva la fe, viva la Religión, viva el Rey Fernando Séptimo, viva la Patria”.  Las canciones populares recogieron este espíritu y en muchas de ellas se ensalza el patriotismo. Así, el Cantich català contra los francesos (1808) dice:

 “Nosaltres som espanyols;

Y encara que siguem sols

Contra toda la França;

Ja mai nos aturdirem.

Perque amb Deu confiem

Que es la nostra esperanza.”

BRUCH2

En el tercer sitio de Gerona San Narciso fue nombrado “Generalísimo”. La ciudad de Lérida se adhirió al levantamiento en toda España desde los primeros días. El 28 de mayo de 1808 se inició el Alzamiento con el famoso “Sagrament dels Lleidatans”, por el que los leridanos se juramentaron a coger las armas para expulsar al francés. El alma de este movimiento fue el obispo de Lérida Jerónimo María de Torres, siendo el promotor y presidente de la Junta militar. La presencia de eclesiásticos y religiosos en las partidas fue frecuente y no es de extrañar. Las tropas francesas se destacaron por sus constantes saqueos de iglesias en busca de los cálices y otros bienes eclesiásticos. Las profanaciones del Santísimo sacramento fueron constantes, así como las burlas a la Santa Misa protagonizadas por la soldadesca francesa. El General Suchet castigó la resistencia de la ciudad de Tarragona, concediendo licencia a sus soldados para el saqueo de la ciudad. Monasterios como Santas Creus o Montserrat fueron saqueados y éste último incendiado. Nuevamente los cantos populares recogen el fervor popular religioso. En las Exclamacions que faria nostre amat Fernando VII a son Déu y Mare pura en lo mar de tanta amargura, se suplica:

 “,y qui no pendrà las armas

fins a degollar lo traïdó

que ha comès tals sacrilegis

contra nostra religió?

BRUCH4

Antes moros que gabachos

 La resistencia catalana a Napoleón, quizá fue la más general y tenaz de toda España. Al menos eso afirmaba el Mayor Camillo Vacani, militar italiano que participó en la Guerra del francés. ¿Cuál fue la causa de esa resistencia? Cataluña ya había tenido varias experiencias trágicas con Francia: la anexión a Francia durante la época de Richelieu, la pérdida del Rosellón o la Guerra Gran, al final del siglo XVIII, contra la Convención. El reverendo Gaspar Fàbrega, que dirigía una partida por las cercanías de Bañolas, afirmaba con rotundidad que preferiría vivir entre moros a vivir como gabachos. Este no era un caso aislado sino el sentir de buena parte del pueblo. Este espíritu fuertemente antifrancés se manifestó en el espontáneo y famoso combate del Bruc, tan revestido de leyenda como de heroísmo real. El somatent de Manresa, espontáneamente y sin recibir orden alguna de ninguna autoridad militar o política inició el primer enfrentamiento y derrota del hasta entonces invencible ejército francés. Los hechos acabarían dando la razón al pueblo llano, pues Napoleón acabó decretando –contra el parecer incluso de José I- la anexión de Cataluña a Francia. La administración napoleónica dividió Cataluña en cuatro provincias o regiones militares. Los primeros nacionalistas de izquierdas, como Rovira i Virgili, siempre vieron en esta anexión y en las ideas revolucionarias francesas, el inicio del nacionalismo catalán. De hecho, algunas publicaciones como el Diario de Barcelona, empezaron a publicarse en catalán y francés.  Pero el pueblo, contrariamente, se alzó en armas y, aunque el ejército español en Cataluña nunca pudo oponerse eficazmente al francés, las guerrillas, los miquelets, las partidas honradas y el somatent le suplieron.

La conspiración de la Ascensión y Gerona inmortal

 La ciudad de Barcelona fue ocupada por los ejércitos franceses en 1808. Primero se presentaron con buenos gestos y acogidos por afrancesados. Luego, a traición, ocuparon las fortalezas de la ciudad e impusieron, poco a poco, un régimen de ocupación. Finalmente la situación resultó opresiva y se multiplicaron los intentos de sublevación. Entre las intentonas destaca la llamada conspiración de la Ascensión. Se tramó en mayo de 1809. Las autoridades francesas habían empezado a exigir el juramento de fidelidad al usurpador José I. Una junta insurreccional organizó los preparativos. El plan preveía un ataque conjunto a toda la ciudad. Se esperaba la colaboración inglesa y de las tropas españolas. A ellos se debían sumar 7.000 comprometidos en la ciudad. El plan fue minuciosamente preparado por Joquim Pou, capellán castrense. Sin embargo un día antes a la festividad de la Ascensión se produjeron detenciones de varios de los conspiradores. Cinco de los conspiradores fueron ejecutados entre ellos dos sacerdotes. Un incidente se produjo ese día. Justo en el momento de la ejecución, tres jóvenes artesanos hicieron sonar las campanas de la catedral llamando al pueblo a la sublevación. Los jóvenes, ante el fracaso de su acción, se escondieron tres días en el órgano de la catedral. Los tres fueron ejecutados. Hoy aún se conserva frente al claustro de la catedral de Barcelona un magnífico grupo escultórico que rememora los hechos. Una placa recuerda que todos ellos murieron por defender a su Dios, la Patria y el Rey. En la memoria de los barceloneses siempre se les tuvo por mártires.

El fracaso de las sublevaciones en Barcelona contrasta con la resistencia de ciudades como Tarragona y Gerona. Los conocidos sitios de Gerona han constituido uno de los más grandes hitos de la historia de España, aunque como ya hemos señalado, el nacionalismo actual ha realizado esfuerzos eficaces por borrarlo de la historia. Sólo destacaremos el espíritu de cruzada de esos hombres que formaron compañías de voluntarios con nombres tan significativos como el de “Cruzada gerundense”. También es digno de destacar el papel de las mujeres de Gerona que rivaliza con el de Agustina de Aragón. La mujeres se organizaron en la Compañía de Santa Bárbara e insistieron al General Álvarez de Castro para que las dejara combatir junto a los hombres.  Sobre Gerona cayeron unas 12.000 bombas y unas 8.000 granadas. La guarnición de 10.000 hombres quedó reducida a 4.400.

 Cataluña se volcó con el resto de España en la Guerra contra Napoleón. Su posición estratégica como lugar de paso necesario de tropas y abastecimientos, permitió que las guerrillas jugaran un papel fundamental en el colapso del ejército imperial. Además, el espíritu de combate se destacó, como hemos dicho, por su sentido de cruzada religiosa y de fervor españolista. Lo que no imaginaron esos hombres es que algún día, como hoy, Cataluña sería gobernada por los nuevos afrancesados y antiespañoles.

BRUCH1



Categorías:HISTÒRIA I RELATS

1 respuesta

  1. Si con este articulo pretendeis algo asì como realzar la gran españolidad de cataluña estais equivocados , la revuelta de cataluña contra el imperio francés en el marco de la guerra de independecia conocida en cataluña como guerra del francès se devió mas que nada a los abusos y atrocidades cometidas por los ejercitos Napoleonicos establecidos en el territorio

    Me gusta

Deja un comentario

DESPERTA

Red sociocultural