En 1762 se volvieron a organizar los regimientos de infantería ligera, que fueron «Voluntarios de Aragón «, con un solo batallón de seis compañías y el «1º de Voluntarios de Cataluña » y «2º de Voluntarios de Cataluña»; cada uno de ellos con una fuerza total de 1.056 plazas, repartidas en dos batallones de a seis compañías con 88 voluntarios, ocho cabos, tres tambores, dos sargentos y tres oficiales cada una. Estos cuerpos recibieron un armamento especial compuesto por una escopeta de chispa, bayoneta, pistola y canana, dotándoseles de un uniforme apropiado para las misiones específicas para las que habían sido creados.

Categorías:HISTORIA

Deja un comentario