El consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, ha anticipado que la entidad cerrará 285 oficinas hasta 2017 de la red de Cataluña, lo que supone un 20%, el mismo porcentaje que prevé ajustar de la plantilla, 940 empleados, como consecuencia de la integración de Catalunya Banc (CX). Nunca la debilidad financiera de Cataluña había sido tan grande. Nadie puede culpar de ello al centralismo ni a «Madrit». La pésima gestión y la corrupción política de la casta catalana han sido suficientes.
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