ROCROI Y LA PÉRDIDA DEL ROSELLÓN. Ocaso y gloria de los Tercios – Alex Claramunt Soto y Tomás San Clemente de Mingo.
Publicado por Urogallo
Esta obra trata de dos desastres. De dos puntos culminantes de la guerra de los 30 años y del conflicto con Francia. De uno mítico, con resonancias épicas en la literatura actual, Rocroi. Y de otro mucho menos conocido, pero de consecuencias territoriales permanentes: La conquista francesa del Rosellón.
Tras una pormenorizada introducción que detalla el camino que terminó conduciendo inevitablemente a un conflicto con una Francia ahogada por el poder territorial de los Habsburgo, y con un capítulo dedicado a la organización de los ejércitos enfrentados, el libro trata de las dos grandes campañas que terminaron en dos terribles derrotas para España. Dos derrotas de proporciones catastróficas, que venían a culminar una serie de desastres (Rebelión de Portugal, Rebelión de Cataluña, Contraofensivas Holandesas…) y que estuvieron a punto de poner de rodillas al Imperio Español.
Por un lado está la campaña del Rosellón, donde el ejército español se ve obligado a operar aislado, entre el mar, la Cataluña alzada y la Francia enemiga. Con buenos mapas y una detallada exposición, se siguen los movimientos de los ejércitos enfrentados, y se asiste a los desastres de las fuerzas españolas que terminan sucumbiendo ante el potente esfuerzo de una Francia con su rey a la cabeza y todos los triunfos en la mano. Mientras, en Aranjuez, Felipe IV cazaba. Casi el resumen de un reinado.
Por otro lado, en Flandes, a pesar de algunos reveses, los tercios siguen dominando los campos de batalla. Inician una campaña agresiva para tratar de reducir la presión francesa, y esta campaña comienza con los mejores presagios, derrotando incluso a una fuerza francesa equivalente en batalla campal y tomando una plaza importante. No obstante, una cadena de errores incomprensibles y fatales, obligan a los españoles a combatir en las peores circunstancias posibles. Errores que se pagan y que terminan conduciendo al momento tantas veces retratado: Los tercios españoles, reforzados con los más valerosos de entre las otras naciones, cuyas unidades han abandonado el campo de batalla y los restos desmontados de la caballería. Enorme fue su sacrificio, pero como el mismo autor nos relata, no fue una derrota-masacre. Temerosos de la llegada de los refuerzos, los franceses ofrecieron condiciones favorables, y los invencibles tercios se rindieron.
En suma, un libro que por un lado ofrece el relato de una campaña bastante desconocida, como es el Rosellón, como por otro, sitúa en su contexto general la campaña completa de Rocroi, y la narra con objetividad profesional, desmontando la leyenda, y borrando imágenes como las de una artillería francesa aplastantemente superior (en realidad los franceses no destacaban por la movilidad táctica de sus piezas, ya que se centraban en trenes de sitio) de una caballería francesa brillante y agresiva (la caballería española fue superior, pero peor dirigida, y los franceses , por una vez, se habían centrado en grandes fuerzas de infantería con las que asediar y conquistar plazas fortificadas) y de unos tercios sucumbiendo en nombre de la gloria y del honor (aceptaron las condiciones de capitulación para sobrevivir y luchar otro día).
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