En el año 1462, se rebelan una parte de los catalanes contra Juan II de Aragón -padre de Fernando el Católico– por entender que poseía injustamente el reino y que, por su alianza con el rey de Francia, representaba una amenaza directa contra Cataluña. Cataluña vivía una Guerra Civil entre la Biga y la Busca y estaba desolada por los levantamientos de la “Remensa”.
Para dominar a la facción disidente, Juan II pactó con el rey de Francia, Luís XI. Por este motivo una parte de las instituciones catalanas le declaran enemigo del pueblo catalán y la Generalitat proclama a Enrique IV de Castilla, rey de Cataluña. Los catalanes envían al letrado Mosén Copons, quien se entrevista en Atienza con Don Enrique y le notifica que los tres estados del Principado le habían elegido rey: “por tanto, yo, en voz y nombre de todo aquel Principazgo e sus ciudades e villas e lugares, por virtud de los poderes que de ellos traigo, aquí os recibo por rey”.
En un principio, el rey consigue vencer las reticencias de los nobles castellanos partidarios de Juan II y acepta la oferta catalana, acordando el envío de una importante expedición militar de socorro (El famoso historiador nacionalista Sobrequés, afirma que sólo envió a cuatro desgraciados). Las tropas castellanas hacen levantar el cerco de Barcelona y en todas las ciudades catalanas se levantan pendones por Enrique IV de Castilla.
El arcediano de Gerona y el caballero Mosén Cardona, informan a Don Enrique que los estamentos del Principado le han jurado ya como rey y le instan a que tome el título de rey de Aragón y conde de Barcelona, pues de ello están pendientes Zaragoza y los valencianos para alzarse también por Don Enrique. Sin embargo, al final, el rey se deja convencer por la intrigante nobleza castellana, con Juan de Pacheco, marqués de Villena y el arzobispo Carrillo a la cabeza, que al parecer estaban secretamente de acuerdo con los reyes de Francia y de Aragón, y consiguen doblegar la voluntad de Don Enrique para evitar que éste se proclame rey de Cataluña.
En el Manual de Novell Ardüs, vulgarmení apellat Dietari del Antich Consell Barceloní, vol. II, Barcelona 1893. pág. 416-17, en acta del miércoles 11 de agosto de 1462, se puede leer el Dietari del «Consell» barcelonés:
“E encara per causa de la Lliga contra Cathalans feta per lo dit rey [Juan II] ab lo rey de França [Luís XI], en vigor de la qual gran nombre de gent francesa és intrada dins lo dit Principat prenent viles, castells e lochs de aquell, matant les gents, desonestant les dones e donzelles, occupant béns e aquells donant a çaco. E mes per causa de la renya d’Aragó, qui ensemps ab l’infant don Ferrando, llur fill, hostilment se sont mesclats ab los dits francesos, cavalcants má armada per Empurdá, faenas e executants los actes greus dessús dits, hoc mes occupants se los drets de generalitats del General, removent de fet totalment los oficiáis e ministres del dit General, possants et metents hi altres ministres e fahents respondre a ells deis dits drets e no servant fe promeses, ne seguretats, ne juraments, solemnament prestats de servar les dites leys e libertats. Les quals coses e altres moltes per ells fetes contra les llibertats del dit Principat e en total destrucció de la cosa pública de aquell, per có per los dits sguarts e altres han pensat per salvació e restauració del dit Principat e de la cosa pública de aquell, e de persones, e béns deis poblats en aquell, deurá ésser proclamat e prés e en e per senyor del dit Principat lo Serenísimo don Enrich, rey de Castella, salvats empero los Usatges de Barcelona, Constitucions, Capitols e actes de Cort, privilegis, usos, costums e libertats generáis e particulars del dit Principat e la Capitulació demunt dita en quant a aquells e aquelles han sguard al dit Principat».
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