Gil de Medina fue un escultor del siglo XVI que, a pesar de ser de origen castellano, residió y trabajó en Cataluña, principalmente en el pueblo de Sarral y Barcelona. Por encargo de la Generalidad de Cataluña realizó las columnas del Patio de los Naranjuos del Palacio de la Generalidad, ejemplo puro de la influencia del renacimiento florentino (1537-1538). Trabajó también en Perpiñán y es autor de las imágenes de la Virgen y de San Cristóbal de la parroquia barcelona de San Miguel (actualmente desaparecida)
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